Las aplicaciones de citas cumplen una década desde su irrupción en el mundo de las relaciones interpersonales. Lo que comenzó como una novedad se ha convertido en una herramienta habitual para quienes buscan pareja a través de la tecnología. Sin embargo, según el filósofo Tomás Balmaceda, la sociedad está experimentando una crisis en la forma en que se vincula a través de estas plataformas.
“La gente se hartó de las apps tradicionales”
Balmaceda, en una entrevista con Infobae en Vivo, analizó los cambios en la forma de conocer personas y señaló que "la gente se hartó, por lo menos, de las apps tradicionales". Entre los principales factores, destaca la paradoja de la elección, es decir, que tener demasiadas opciones genera incertidumbre y ansiedad en lugar de facilitar la decisión.
"Cuando tenés que elegir entre dos cosas, es difícil, pero si podés elegir entre 100 o 200 opciones, se vuelve abrumador", explicó el experto. Además, sostuvo que la falta de autenticidad en los perfiles también es un problema recurrente. "Mucha gente usa fotos retocadas o antiguas, lo que genera expectativas irreales", dijo.
Fatiga digital y nuevas alternativas
Según Balmaceda, el cansancio por el uso constante del teléfono también es un factor clave en el desinterés por las apps de citas. "Los más jóvenes dicen: 'Uso el teléfono para trabajar, para redes sociales, ¿también tengo que usarlo para conocer pareja?'".
Este desgaste ha impulsado la búsqueda de nuevas formas de socialización. Entre las alternativas emergentes, el filósofo mencionó tres opciones destacadas:
Gleeden: Diseñada para mujeres que buscan relaciones no monogámicas, ofrece privacidad y la posibilidad de modificar su ícono para mayor discreción.
TimeLeft: Organiza cenas a ciegas para grupos de seis personas, emparejadas por un algoritmo basándose en respuestas previas.
Citas a ciegas tradicionales: Con el regreso del contacto cara a cara, las fiestas de solteros ganan popularidad como alternativa a la intermediación digital.
Un estudio de la aplicación Inner Circle reveló que el 61% de los usuarios en Argentina prefiere conocer personas en encuentros presenciales. No obstante, el 57% cree que las apps han hecho que la gente sea menos sociable en salidas nocturnas y el 63% sostiene que los solteros hacen menos esfuerzo para iniciar conversaciones en bares.
¿Un cambio de paradigma?
El auge de las apps de citas marcó un antes y un después en las relaciones, pero con una década de uso intensivo, muchos buscan recuperar la espontaneidad de los encuentros en persona. Con el creciente cansancio digital, parece que las relaciones están dando un giro hacia lo analógico.