En una colaboración inesperada, pero cargada de emoción y sentido identitario, Rusherking, uno de los referentes de la música urbana argentina, estrenó la canción "Santiago" junto a Onofre Paz, la histórica voz de Los Manseros Santiagueños. La pieza combina lo mejor del rap y el trap con la profundidad poética del folclore, y se alza como un tributo directo a Santiago del Estero, tierra natal de ambos artistas.
El estreno causó un fuerte impacto en redes sociales, no solo por su propuesta sonora, sino por la potencia de su mensaje. “Tengo a mi favor que soy del norte, no hay forma que mi sueño me quiten”, repite el estribillo como una afirmación de orgullo, resiliencia y pertenencia.
Una letra cargada de identidad y lucha
"Santiago" no es solo una canción: es una declaración de principios. En sus versos, Rusherking relata con honestidad la vida en el norte argentino: la carencia, el dolor, la familia, pero también la fuerza de una identidad forjada en la adversidad.
"Nunca tuve nada, pero siempre amor / Aunque con cuota de dolor / Siempre bajo el sol", canta el artista santiagueño con un tono introspectivo y combativo.
A lo largo del tema, se mezclan imágenes de infancia, luchas cotidianas y una firme defensa de los valores del interior del país. El mensaje central atraviesa toda la composición: no hay privilegio que valga más que la lealtad, los valores y el amor por la tierra.
La voz del folclore, presente
La participación de Onofre Paz, leyenda viviente del folclore santiagueño, le da un peso simbólico y musical a la canción. Su intervención en el cierre del tema, con voz profunda y emocionada, conecta el pasado y el presente en un mismo hilo narrativo:
"No estás solo / Tu voz en el presente / Es un gran tesoro / Hoy nuestras voces se unen / Como un hilo de oro / Que brillan en la siesta / Mi Santiago, yo te adoro."
Con ese final, el tema trasciende lo individual para convertirse en una declaración colectiva.
Una unión generacional
La colaboración entre Rusherking, representante de la nueva ola de artistas argentinos, y Onofre Paz, símbolo del folclore tradicional, marca un punto de encuentro entre generaciones y estilos. Es también una apuesta por resignificar la música popular desde una mirada actual, sin perder de vista la raíz.
“Santiago” no solo es un puente entre el trap y el folclore, sino también entre el pasado y el presente de una provincia que, en palabras de sus autores, “vive en cada uno de sus hijos”.