Como uno de los ejes de su discurso, el presidente hizo referencia a la “herencia recibida”.
“En estos días, mucho se ha hablado de la herencia que vamos a recibir. Dejen que sea muy claro en esto. Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”, inició.
Asimismo, prosiguió: “El kirchnerismo, en sus inicios, se jactaba de tener superávit gemelos. Esto es superávit fiscal y externo. Hoy nos deja déficit gemelos por 17% del PBI. A su vez, de esos 17 puntos del PBI, 15 corresponden al déficit consolidado entre el Tesoro y el Banco Central. Por lo tanto, no existe solución viable en la que se evite atacar al déficit fiscal. Al mismo tiempo, de esos 15 puntos del déficit fiscal, 5 corresponden al Tesoro Nacional y 10 al Banco Central. Por lo que la solución implica, por un lado, un ajuste fiscal en el sector público nacional de 5 puntos del PBI, que a diferencia del pasado, caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado. Por el otro, es necesario limpiar los pasivos remunerados del Banco Central, los cuales son responsables de los 10 puntos de déficit del mismo”.
“De esta manera, se pondría fin a la emisión de dinero y, con ello, a la única causa de la inflación empíricamente cierta y válida en términos teóricos. Sin embargo, dado que la política monetaria actúa con un rezago que oscila entre 18 a 24 meses, aun cuando hoy dejemos de emitir dinero, seguiremos pagando los costos del desmadre monetario del gobierno saliente. Haber emitido por 20 puntos del PBI como se hizo en el gobierno saliente no es gratis. Lo vamos a pagar en inflación”, dijo.
“A su vez, el cepo cambiario, no solo constituye una pesadilla social y productiva, porque implica altas tasas de interés, bajo nivel de actividad, escaso nivel de empleo formal y salarios reales miserables que impulsan el aumento de pobres indigentes, sino que además el sobrante de dinero en la economía hoy es el doble de lo que había en la previa del Rodrigazo. Recordemos que el Rodrigazo multiplicó por 6 veces la tasa de inflación, un evento similar significaría multiplicar la tasa de inflación por 12 veces y dado que la misma viene viajando a un ritmo del 300%, podríamos pasar a una tasa anual del 3.600”, remarcó.
“Esta es la herencia que nos dejan: una inflación plantada de 15.000% anual, contra la cual vamos a luchar con uñas y dientes para erradicarla. Es, más esta cifra que parece un disparate, implica una inflación del 52% mensual”, expresó.
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