Una mujer de 73 años, domiciliada en la calle Pedro León Gallo al 1.100 del barrio Francisco de Aguirre de la ciudad Capital, se dirigió ayer a la mañana a una entidad bancaria de la zona céntrica, donde realizó una extracción de 70 mil pesos de sus haberes jubilatorios a través del cajero humano. Luego de concretar la operación financiera, la mujer emprendió la caminata hacia la zona céntrica para realizar trámites.
Mientras caminaba por calle Avellaneda, a pocos metros de avenida Belgrano, fue interceptada por un hombre de alrededor de 40 años. “Hola prima”, le manifestó. Ante la perplejidad de la jubilada, el sujeto agregó: “¿Qué, no me conoces de cuando andábamos en el campo?”. “¿De dónde?”, cuestionó la mujer. “De Cañada Escolar”, respondió el desconocido. La mujer quedó confundida y pensando porque en esa localidad del departamento Banda sí tiene parientes.
Se inició una conversación entre ambos, oportunidad en la que la mujer le consultó dónde estaba trabajando. “No digas nada, pero estoy trabajando en Anses”, le respondió el sujeto. Seguidamente, la jubilada le dijo que estaba retrasada y debía pagar cuentas, por lo que se despidió.
La mujer, antes de seguir con las otras diligencias, decidió trasladarse a la Catedral Basílica para rezar. Sin embargo, metros antes de ingresar al principal templo santiagueño, ubicado frente a la plaza Libertad, el presunto primo apareció en escena y le dijo: “No puedes andar así, cargando toda esa plata, alguno te puede quitar”. El sujeto sacó los $ 70 mil que la mujer tenía en una bolsa de plástico blanca y él sacó del bolsillo una bolsa negra. El individuo le manifestó que había colocado el dinero en la bolsa negra y se la dio a la mujer, quien agradeció el gesto. La jubilada ingresó a la Catedral Basílica y el sujeto se marchó.
Tras las oraciones, la jubilada decidió volver a su casa, donde abrió la bolsa negra y comprobó que había recortes de diarios, acomodados como si fuera un fajo de billetes. En medio de la impotencia y desesperación, advirtió que había sido víctima de un engaño conocido en la jerga delictiva como “cuento del tío”.
La mujer realizó la denuncia en la Comisaría Comunitaria Nº 1 y se dio intervención a la Dra. Belkis Alderete, representante de la Unidad Fiscal Capital, quien ordenó que se diera intervención al personal de la Sección Robos y Hurtos y se analizaran las imágenes de cámaras de seguridad para identificar al delincuente.