Una joven de 28 años, de la ciudad de Frías, departamento Choya, envió a su hija de 10 años a comprar pan para la merienda en un comercio de las inmediaciones de su casa.
A los pocos minutos, la menor regresó con una crisis de nervios. Estaba asustada y con signos de angustia, con muchas ganas de llorar.
La mujer contuvo emocionalmente a su hija y le preguntó qué le había sucedido. “Mamá, no me mandes más a comprar en esa panadería”, le suplicó la menor a su madre. Contó que mientras realizaba la compra, el comerciante aprovechó que no había otros clientes y se acercó a la niña. En esa circunstancia, el sujeto la manoseó en sus partes íntimas, tras lo cual le regaló palmeritas. La víctima lloró y fue abrazada por su madre.
Silencio
Horas después, la mujer se trasladó hasta el local comercial para reclamarle al panadero de 65 años por lo sufrido por su hija, pero el sospechoso se negó a hablar sobre lo sucedido.
Seguidamente, la madre de la víctima se trasladó hasta la Comisaría de la Mujer y la Familia Nº 3, donde realizó la denuncia para que se investigara el hecho delictivo. En este sentido, pidió que se arbitraran los medios necesarios para garantizar la integridad física y psicológica de la menor.
El hecho fue informado a las autoridades de la Unidad Fiscal de la Circunscripción Choya y Guasayán, quienes ordenaron una serie de medidas procesales. En este sentido, la menor se entrevistará con una psicóloga para conocer detalles del caso que es investigado como abuso sexual simple.
