Con Kevin y Luciano Benavides como principales abanderados del sueño argentino y de una legión compuesta por 20 participantes nacionales, el próximo viernes se pondrá en marcha en Arabia Saudita el 46° Rally Dakar, en el que 778 competidores intentarán completar el recorrido total de 7.891 kilómetros (4.727 de especiales cronometradas), divididos en 12 etapas, y que se extenderá hasta el próximo 19 de enero.
La competencia más extrema del mundo, que por quinta vez consecutiva tiene a Arabia Saudita como epicentro, este año se perfila, según los organizadores, “como la más exigente hasta la fecha, tanto para los pilotos como para las máquinas”.
Se iniciará con un prólogo de 28 kilómetros de velocidad en Al-Ula, un destino ya visitado en ediciones anteriores, pero que en esta oportunidad se adentrará en la magnitud del desierto y en una zona emblemática por la presencia de históricos templos. Este prólogo tendrá una duración y una complejidad mayor al de otros años, con el objetivo de “colocar a los pilotos en un orden coherente que corresponda a su valor”, de cara a la largada de la primera etapa.
Máxima exigenciaLa rigurosidad del prólogo es solo un anticipo de lo que serán dos semanas de máxima exigencia, con casi un 60% de recorrido nuevo y que tendrá como plato fuerte la etapa maratón de 48 horas, programada para el sexto tramo, que será un rulo en Shubaytah. Durante esos dos días los pilotos no contarán con asistencia y estarán repartidos en ocho vivacs diferentes.
A las 16 del jueves 11 de enero, los participantes deberán detenerse en el campamento más cercano en su ruta y allí pasarán la noche hasta las 7 del día siguiente, cuando se relanzará la competencia. Durante ese tiempo, no dispondrán de conexión ni ningún tipo de información sobre los resultados de sus rivales.
En total recorrerán 781 km, 572 cronometrados, y todos ellos en el Empty Quarter, un desierto donde no hay registro de vida y que cuenta con una superficie de 650.000 kilómetros cuadrados, cubiertos solo por arena, con dunas que alcanzan los 250 metros de altura.
Esta travesía que unirá Al-Ula, donde comenzará la primera etapa, con Yanbu, el escenario del último tramo ubicado a orillas del mar Rojo, será la que deberán enfrentar los 20 representantes argentinos. Una legión compuesta por 11 pilotos y 9 navegantes.
El campeón defensor Kevin Benavides (KTM) llega a la cita como máximo exponente del país y entre los candidatos a repetir el título que ya había conseguido también en 2021 con Honda.
En autos habrá un solo piloto argentino. Se trata del mendocino Juan Cruz Yacopini, quien correrá con una Toyota Hilux del equipo Over Racing y buscará mejorar, en su cuarta participación, el séptimo puesto conseguido en 2023. Enfrente tendrá a los mejores exponentes de la categoría como el francés Stéphane Peterhansel, máximo ganador de la prueba con 14 títulos y el qatarí Nasser Al Attiyah, defensor de la corona y cinco veces campeón.
La gran ausenciaEl gran ausente en esta edición será el mendocino Orlando Terranova, quien después de 17 ediciones disputadas, decidió ponerle un freno a sus participaciones.
En la categoría Challenger, Nicolás Cavigliasso (Taurus), campeón en Quads en 2019, volverá a presentarse acompañado por su pareja, Valentina Pertegarini.
En QuadsEn Quads, la categoría en la que Argentina es el país más ganador con siete conquistas en el Rally Dakar, y que tuvo durante años a los hermanos Marcos y Alejandro Patronelli como grandes dominadores, en esta oportunidad contará con solo dos pilotos argentinos y ambos candidatos al título: el bonaerense Manuel Andújar (Yamaha), quien fue campeón de la edición 2021 y quiere recuperar la corona luego de dos abandonos consecutivos. Y Francisco Moreno Flores, quien finalizó segundo en los Dakar 2022 y 2023.