Nada. Nada de lo auspiciado por el presidente de la Nación en el discurso inaugural de la Asamblea Legislativa sucedió. En soledad, el libertario bajó bandera del pacto frustrado a un Consejo de Mayo, bajo la promesa a gobernadores ausentes de rectificar el rumbo del ajuste con la Ley Bases aprobada en el Congreso de la Nación. De la euforia del Luna Park y el cotillón de La Renga al palco vacío.
Si alguna duda quedaba de la soledad política del presidente Javier Milei, con enemigos internos y externos; fabricados o adquiridos, todo terminó de dilucidarse en el transcurso de este 25 de Mayo de 2024 que el gobierno Nacional pronosticó en el inicio de la Asamblea Legislativa como un día preponderante en la historia del país por la firma de un gran pacto nacional entre la Nación y las provincias.
En soledad y con los primeros indicios de fracturas expuestas en el gabinete; que Milei no confirmó pero tampoco descartó en la entrevista con Luis Majul; el outsider que gobierna el país soportó el peso de su primer Tedeum en la Catedral Metropolitana.
Ante sus propios ojos, el intérprete del Papa Francisco y Arzobispo José García Cuerva sentenció: “Para que la acción de gracias sea posible, tenemos que tomarnos en serio las parálisis de nuestro pueblo. Sabemos que hay parálisis que no se pueden procrastinar. Su postergación, en nombre de un futuro prometedor, generarían consecuencias nefastas por irreversibles en la vida de las personas y, por tanto, de toda la sociedad". Y continuó: "un precio muy alto a pagar que no nos podemos permitir: la malnutrición en la primera infancia; la falta de escolarización y accesibilidad a los servicios de salud; los ancianos y jubilados incapaces de sostenerse diariamente con un mínimo de dignidad, son algunos de esos ejemplos impostergables”.
Esas fueron tal vez las alusiones más directas al rumbo de un gobierno jaqueado por la falta de diálogo con las Provincias, los ajustes (que, admitió fueron excesivos), la falta de entrega de alimentos acopiados en galpones y que debían ser destinados a comedores y merenderos desde diciembre del año pasado. Capítulo aparte a quienes presuntamente “gerenciaron” la pobreza. A unos y otros, todo el peso de la Justicia, Y, porque no decirlo, a y un estilo de hacer política que —ya es de público conocimiento— es novedoso y extraño por estas tierras.
La fotografía de García Cuerva se complementa con el “olvido” del locutor oficial de mencionar al jefe de Gabinete de Ministros Nicolas Posse, lejana y estratégicamente ubicado por parte de Ceremonial de Presidencia del paso del presidente de la Nación para “evitar” encuentros molestos.
Pasaron las horas, incómodas y muy distantes de aquella euforia por el lleno total del Luna Park, Panic Show y los referidos en “bondi” criticados por la oposición. Lejos de las explicaciones de Adorni sobre el estado del Gabinete Nacional y sus miembros; pero aún más lejos de los gobernadores de provincias “que no fueron invitados” y de los “medios de prensa” que tampoco; Javier Milei se dispuso a “celebrar” su Cabildo de Abierto de Mayo con la paupérrima compañía del Gobernador de Córdoba; algunos integrantes de su gabinete y un puñado de simpatizantes que cubrieron apenas media Plaza San Martín e intentaron ponerle calor a la instantánea de una provincia que fue uno de sus bastiones.
También, abundaron los banderazos con insultos, las protestas, los “papafritazos” con humor cordobés y la represión hasta a mujeres solas por el mero hecho de disentir desde la libertad de poder o creer poder hacerlo.
Cadena Nacional. Viva la libertad de prensa en aras de La Libertad Avanza. A través del método que monopoliza la información del Estado sin necesidad de periodistas presentes, justo el día que el vocero presidencial alcanzó un nuevo hito de seguidores en WhatsApp, el presidente desgranó un discurso; perdón, un soliloquio en el que arrió las banderas de aquel gran Pacto de Mayo para izar el banderín de una especie de Consejo de Mayo, otra vez supeditado a la aprobación de la Ley Bases en el Congreso bajo la promesa de la reducción de impuestos. Timbre para los Gobernadores ausentes. Uno más en el golpetear esquivo de políticas centralistas que no hacen más que reafirmar la vocación centralista de quien pretende dominar a quienes la fundaron.
El gobierno de Milei pasó este 25 de Mayo de la euforia a la depresión sin escala técnica. Del calor popular de la fiesta, a la soledad en el frío invierno de una Nación que celebró su independencia sin la participación de las provincias. Una revolución sin revolución. Lo que iba a ser una fiesta se transformó en algo muy distinto. Que nada tiene que ver con las fotografías de las lacónicas conferencias del vocero; ni las altisonantes declaraciones del primer presidente libertario de este país; sino muy por el contrario a la película de una patria que reclama libertad con mayúsculas; políticas enderezadas a la rectificación de los errores del pasado sin el sufrimiento de los sectores más débiles y a la participación plena y respetada de quienes la fundaron: Ni más ni menos que las grandes ausentes de hoy, las Provincias argentinas.
Otro hubiera sido el hito con los sectores de la producción, la Industria, el Norte Grande, el centro del país y la Patagonia presentes en un solo grito revolucionario de buscar juntos desde el trabajo y el esfuerzo equitativo y justo el destino grandioso que jamás tuvo que perder esta gran Nación.
Pero no pudo ser. La foto, una vez más, pudo más que el guion adeudado a un pueblo que, a pesar de estar sufriendo, aún alberga esperanzas de recuperación.
(Por Pedro Arbona)
