Ah, la coparticipación federal, esa vieja amiga que aparece y desaparece según el humor de nuestros dirigentes nacionales. Si uno fuera malpensado, podría imaginar que la justicia en Argentina es un chiste mal contado, pero no, aquí todos somos serios y cumplimos con los fallos judiciales. O eso dicen.
Nuestro querido Gobierno encabezado por Milei, en un gesto de magnanimidad sin precedentes, ha decidido finalmente obedecer el fallo de la Corte Suprema y devolver a la Ciudad de Buenos Aires esos fondos que misteriosamente habían desaparecido bajo la administración anterior. Manuel Adorni, el portavoz presidencial, en su habitual conferencia de prensa, nos iluminó con su sabiduría: "Nosotros somos distintos, acatamos todos los fallos judiciales". ¡Qué alivio! La diferencia entre el presente y el pasado nunca fue tan clara. Los antiguos gobernantes, con su manía de ignorar fallos, pueden aprender mucho de esta nueva ola de rectitud.
Una mano lava la otra
Mauricio Macri, siempre atento a las injusticias del mundo, en principal a la que le conviene a él, le recordó a Javier Milei que cumplir con los fallos judiciales es fundamental para la salud de nuestra democracia. Desde su cuenta de X (antiguamente conocida como Twitter), compartió sus profundos pensamientos sobre la importancia de la ley y el orden. Claro, porque nada dice "cumplimiento de la ley" como esperar a que te lo recuerden públicamente para finalmente actuar.
Mientras tanto, las provincias, con su trágica disminución en las transferencias automáticas y no automáticas, parecen vivir en una realidad paralela. En el primer semestre, los fondos cayeron un 12% real interanual, y las partidas adicionales se derrumbaron un 82%. Pero no teman, nuestros gobernadores, siempre dispuestos a sacrificarse, desfilarán por San Miguel de Tucumán para firmar el "acta de mayo" o junio, va perdón, julio, ya que no se pusieron de acuerdo hasta este mes. ¿Quién necesita dinero cuando se puede tener un bonito documento firmado?
La recesión económica y la demora en la recaudación de Ganancias son los villanos de esta historia, pero nuestro Gobierno libertario, con su mantra de "no hay plata", sigue adelante, eliminando conceptos innecesarios como el Fondo de Incentivo Docente. Porque, seamos honestos, ¿quién necesita educadores incentivados?
En un giro final de la trama, la Ciudad de Buenos Aires recibirá su parte justa, aunque se le haya recordado que debe ser agradecida por cada centavo. Y así, entre reuniones olvidadas y promesas de justicia, seguimos navegando en este mar de ironías y promesas rotas, esperando que algún día la coparticipación sea algo más que una moneda de cambio en el gran juego de la política argentina.
Mientras tanto, en el primer semestre de este 2024, las provincias recibieron $4 billones menos de la Nación, que en 2023. Tendrá que venir Macri a defender las Provincias, pero lo dudamos, no lo hizo de presidente, no lo hará ahora.
DS