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¿Otra vez con la burra al trigo?

Por Federico Scrimini, economista y miembro del Conciencia y Acción Ciudadana.

Las reservas de dólares del Banco Central están en 11.000 millones de dólares negativos. En poco más de una semana, el Central liquidó 1.500 millones de dólares a precio barato porque a estas alturas solo al presidente y a su ministro de Economía se les ocurre negar el dólar atrasado, a pesar de todos los turistas que perdimos a manos de Brasil y de todos los argentinos que van a comprar alimentos a Chile, Uruguay o Paraguay.

Y no es que al Gobierno nacional le interese el aumento de la desocupación, el cierre de miles de Pymes o el aumento de la pobreza en sí, que provocaría un dólar "más competitivo". Para nada, eso es lo que viene provocando este proceso de apertura indiscriminada de importaciones y de desregulación de precios salvaje que nadie controla.

Lo que le importa, y mucho, al Gobierno de Milei es la caída en los niveles de aceptación que provocaría una estampida de precios debido a una devaluación.

Ya aprendieron la lección, aunque no lo reconozcan nunca: dicen que la inflación es pura y exclusivamente monetaria, hoy y siempre, pero actúan pisando el dólar para evitar una inflación de costos. Es decir, si la causa de la inflación es solo monetaria, ¿por qué mantiene el dólar "barato" a base de intervención en el mercado de divisas? Al final, en esta economía bimonetaria, la presión devaluatoria es una causa fundamental de la inflación, entre otras causas más.

El Gobierno ya sabe, por todas las encuestas habidas y por haber, que pierde las elecciones de medio término; lo que quiere evitar es que esa diferencia sea mucha y que ese shock inflacionario se retrase lo que más pueda, porque una vez que ocurra, la situación social será todavía peor.

Los 129 diputados que aprobaron otro gran cheque en blanco, aprobando un DNU en el Congreso (algo inaudito), deberían ser co-responsables del reparto de semejante deuda que hasta ahora no se sabe de qué monto sería. Se habla de 20.000 millones de dólares; se dice que sería escalonado y que la mayoría sería para pagar intereses de la misma deuda que el mismo Caputo pidió siendo ministro de Mauricio Macri, que nada se sabe a ciencia cierta. Aprobaron un préstamo; no se sabe de cuánto, en qué términos, a devolver en qué plazos ni a qué interés. Imaginemos si nosotros fuéramos a un banco a pedir un crédito personal, si tomaríamos un crédito en esas condiciones…

Lo que sí se sabe es que es deuda nueva con el FMI y que los dólares frescos para intervenir que vengan serán para que el ministro y los amigos del ministro fuguen ganancias a dólar barato y que esa deuda con el FMI la pague el pueblo argentino con mayores ajustes.

Federico Scrimini FMI Luis Caputo Opinión
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