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Opinión Por Redacción del Nuevo Diario

Un logro sin precedentes: La magistral gestión de Sandra Pettovello

¿Para qué invertir en el futuro de niños y adolescentes si podemos ahorrar esos recursos para, digamos, fines más inmediatos y tangibles?

Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, ha logrado lo que muchos pensaban imposible: llevar la ejecución presupuestaria destinada a los niños y adolescentes a un impresionante cero por ciento. Un hito que, sin duda, marcará un antes y un después en la gestión pública. En tiempos donde los políticos suelen ser criticados por el malgasto de recursos, Pettovello ha decidido destacarse por una austeridad sin parangón. ¡Bravo!

Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE Capital) han presentado un informe ante Naciones Unidas. Pretenden, con esto, poner en el foco la “situación de abandono” de los programas destinados a los más jóvenes. ¿Abandono? Más bien, se trata de una visión vanguardista de gestión pública. ¿Para qué invertir en el futuro de niños y adolescentes si podemos ahorrar esos recursos para, digamos, fines más inmediatos y tangibles?

Los programas caídos en el olvido: Un sacrificio necesario

Veamos algunos ejemplos de estos programas tan lastimosamente abandonados:

-Acompañamiento para el Egreso de Jóvenes sin Cuidados Parentales: Este programa, que nunca había sido suspendido en sus siete años de existencia, ahora adeuda dos meses y no ha sumado a nuevos jóvenes. ¿Acaso no es una muestra de resiliencia que estos jóvenes aprendan desde temprano a lidiar con la incertidumbre y la falta de apoyo?

-Estrategia AUNAR familias: Destinado a evitar la institucionalización de niños separados de sus familias, este programa se encuentra actualmente discontinuado. Una excelente lección de independencia y autosuficiencia para los más pequeños, quienes, sin duda, encontrarán su propio camino sin necesidad de intervención estatal.

-Ley Lucio: Suspendido desde inicios de 2024, este programa capacitaba a agentes del estado para actuar adecuadamente ante episodios de vulneración de derechos de niños y adolescentes. Sin embargo, la ministra Pettovello nos recuerda que todos debemos ser más proactivos y responsables por nuestra cuenta.

-Click Derechos y la prevención del ciberacoso: Desde enero de 2024, este programa está interrumpido. Quizás es momento de que los niños aprendan a navegar por el peligroso mar del internet sin flotadores estatales.

-Reparación económica para hijos de víctimas de femicidio: Aunque 1298 niños continúan recibiendo su mensualidad, no se han incorporado nuevas solicitudes. Un claro ejemplo de cómo es posible hacer más con menos.

-Plan Nacional de Primera Infancia: La crisis de los jardines comunitarios, muchos de los cuales han cerrado, nos enseña que la familia debe ser el primer y único espacio de cuidado y educación de los niños.

-Prevención del embarazo no deseado en la adolescencia: Sin confirmación de continuidad, esta política que había mostrado avances significativos ahora se enfrenta a la incertidumbre. Otra lección de vida para nuestros jóvenes.

-Programas para adolescentes infractores de la ley penal: En lugar de subsanar las carencias en políticas públicas, el gobierno actual propone bajar la edad de punibilidad a los 12 años. Una solución práctica y directa para un problema tan complejo.

No es fácil ser un líder innovador en tiempos de crisis. Sandra Pettovello, con su audaz enfoque, ha demostrado que la inacción también puede ser una forma de acción. Reduciéndole el presupuesto en un 75 por ciento y despidiendo masivamente a trabajadores, en su mayoría profesionales con años de experiencia, Pettovello está reconfigurando el panorama de la gestión pública con una firmeza que solo los más valientes podrían atreverse a imitar.

En un mundo donde los recursos son limitados, la gestión de Sandra Pettovello nos ofrece una lección valiosa: a veces, el mejor uso de los recursos es no usarlos en absoluto. Un enfoque revolucionario que, sin duda, hará que su nombre sea recordado en los anales de la historia política argentina. Porque, al final del día, ¿quién necesita derechos y apoyo cuando tenemos la autosuficiencia y la resiliencia para valernos por nosotros mismos?

DS Pettovello
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