“Mi mamá siempre estuvo a mi lado. Siempre confié en Dios y hoy, siento que tengo una nueva oportunidad de vida”, manifestó Mariano González, el joven acuchillado y que estuvo al borde de la muerte, que afortunadamente se recuperó y, ahora, volvió a la ciudad de Frías —departamento Choya—.
El 5 de febrero, Mariano de 22 años fue a una fiesta a buscar las luces que le había prestado al organizador del evento. Llegó y observó que un adolescente estaba siendo agredido a lo que intentó mediar y defender a la víctima, sacándolo del lugar. En ese momento sufrió un botellazo en la cabeza; motivo por lo que cayó al suelo, y uno de los agresores le propinó una cuchillada en la espalda. Mariano fue malherido motivo por el que fue internado en grave estado de salud en el hospital zonal de Frías. Luego, derivado a la Capital, donde fue internado en la Unidad Terapia Intensiva del hospital Regional Dr. Ramón Carrillo, intervenido quirúrgicamente y su cuadro de salud era crítico. Los galenos hacían hasta lo imposible para salvarle la vida a Mariano.
Mientras que los amigos y familiares, realizaban cadenas de oraciones pidiendo su recuperación. Una semana de angustia y dolor, la familia González residente en Frías recibió la mejor noticia que esperaban de que Mariano evolucionaba favorablemente y estaba fuera de peligro. Le realizaron los exámenes médicos pertinentes y fue dado de alta.
La noticia de que Mariano volvía a su casa, llegó a la “Ciudad de la Amistad”. Sus familiares y amigos se organizaron para darle una bienvenida importante y celebrar que está vivo. Se realizó una caravana en Frías y fue agasajado por todos sus seres queridos.
En diálogo con Nuevo Diario, Mariano reveló: “Me siento muy bien. No tengo nada de dolor. Sé que tengo que seguir luchando y recuperarme. Ahora, quiero volver a hacer deportes y empezar de nuevo. Hoy estoy convencido que tengo una segunda oportunidad en la vida”.
“Le agradezco a mi mamá, a los médicos y a todas las personas que siempre me acompañaron. Mi mamá siempre estuvo conmigo, no me dejó solo ni un momento. No fue fácil”, contó la víctima y agregó: “Pensé que me iba a morir. No recuerdo mucho cómo pasó ni lo que sucedía en el hospital. Escuchaba algunas veces la voz de mi mamá. Me enteré que estaba operado porque lo escuché a los médicos que hablaban de eso. Pero gracias a Dios estoy bien”.
Por otro lado, el friense que se recuperó y que inició una nueva vida, destacó: “Siempre confié en Dios y me decía que iba a salir adelante. Tuve que ser muy fuerte y luchar mucho. Todo el mundo me dice que soy muy luchador y creo que sí. Hoy gracias a Dios estoy bien. Gracias a Dios puedo estar con mi familia. Ahora, solo pienso en cambiar mi vida, en hacer deportes y seguir cuidándome”.
“Hoy dejo todo esto en manos de Dios, Él juzgará a las personas”
Mientras espera para recibir las curaciones en las lesiones que presenta en el cuerpo, Mariano se encuentra rodeado por su madre Érika y sus hermanos, en la ciudad de Frías —departamento Choya—.
Al ser consultado sobre el violento ataque que sufrió, Mariano remarcó: “Solo quiero cambiar mi vida y aprovechar esta segunda oportunidad que me da la vida. Hacer deportes y cosas que me hagan bien”.
“Hoy dejo todo esto en manos de Dios, Él juzgará a las personas. Dios sabrá cómo los va a juzgar y qué castigo les dará. No le deseo nada mal a nadie, ni tampoco les haría nada malo. Solo quiero disfrutar de esta segunda oportunidad que me da Dios y la vida”, puntualizó el joven.
