Tras un llamado al 911, la policía acudió a un albergue transitorio de la localidad bonaerense de Glew y encontró un cuadro horroroso.
Había una joven mujer muerta, de 27 años, a quien se identificó como Andrea Silvana Rochio, junto a quien dijo ser su amante.
El hombre, de nacionalidad peruana, se identificó como Mario Trujillo Altamirano.
Altamirano refirió ser el amante y contó que la mujer había consumido estupefacientes (cocaína) y se descompensó.
Posteriormente, a pesar de tratar de reanimarla, se produjo su deceso. Peritos y médicos de policía constataron vestigios de estupefacientes en el lugar y lesiones en las manos de la mujer.
No encontraron signos de violencia en el lugar, y respecto a las lesiones de las manos, estas son compatibles con cortes, ya que el individuo intentaba que a la víctima le bajara el ritmo cardíaco, en virtud de encontrarse con sobredosis.