
El domingo pasado fue un día lleno de sensaciones dolorosas y emocionantes para Julieta (12 años), hija de Huguito Flores, quien falleciera en un accidente de tránsito ocurrido el 20 de septiembre por la noche en la Ruta Nacional 34, a la altura de Garza, departamento Sarmiento. En el siniestro también murió su esposa Karina Enríquez y su cuñado, Rubén Enríquez.
En el Día de la Madre, Julieta se trasladó a la mañana con su familia materna al cementerio de La Banda para visitar la tumba de su madre Karina. Le llevó un ramo de flores y lloró por la pérdida a tan corta edad.
La adolescente está siendo sostenida emocionalmente por su familia y el apoyo psicológico profesional para poder sobrellevar la muerte de sus padres.
Pero no solo es eso. Desde el día del accidente estuvo pendiente de su hermana menor, quien sobrevivió con graves lesiones. Sin embargo, Catalina evolucionó con los cuidados de los profesionales del Cepsi y estaba dispuesta a darle una sorpresa a su hermana en complicidad con sus tías y su abuela materna.
Con la autorización de los médicos, “Cata”, como la llama su familia, ascendió a un vehículo particular y con su tía Paola Enríquez —de quien es inseparable— y su esposo, Sergio, emprendieron el viaje hacia el barrio San Fernando de La Banda alrededor de las seis de la tarde de anteayer. Era el regreso a su casa luego de la tragedia familiar.
Julieta no sabía nada del permiso que le habían dado a su hermana y se encontraba de espaldas a la puerta de ingreso cuando llegó su familia. Al girar, encontró de frente a su hermana Catalina. Se fundieron en un abrazo interminable. Ambas lloraron desconsoladamente, al igual que el resto de la familia. “Catalina volvió a nacer”, afirmó ayer Paola ante Nuevo Diario.
La tía y hermana de Karina indicó que en los últimos días, “Cata” preguntaba mucho por su “Juli” y quería regresar a su casa, lo que fue transmitido a los médicos, quienes dieron el visto bueno para autorizar el permiso. Hoy será llevada nuevamente al Cepsi para control clínico y neurológico y tienen la esperanza de que le den el alta médica definitiva.
Paola, quien junto a su madre Marta y su hermana Vanesa se transformaron en pilares fundamentales para el sostenimiento emocional y el acompañamiento permanente de las hijas de Huguito Flores, durmió las dos noches con “Cata” y recibió mimos todo el tiempo.
“A veces dice ‘quiero a mi mamá’ o ‘quiero a mi papá’; eso nos rompe el corazón”, afirmó Paola, quien no puede ocultar la emoción hasta las lágrimas y solo trata de que su sobrina piense en otras cosas hasta que vaya asimilando, con ayuda de psicólogos, de que sus padres ya no están físicamente.
Por otra parte, sostuvo que Julieta asiste a clases porque advirtieron que le hacía bien estar acompañada de sus compañeros de colegio. No obstante, aún tiene días en los que los recuerdos y la necesidad de tener a sus padres la superan.
El cantante y Karina Enríquez se conocieron en la localidad de El Bobadal, Jiménez
Huguito Flores (57 años) y Karina Enríquez (36) se conocieron en un baile de la localidad santiagueña de El Bobadal, departamento Jiménez, de donde era oriunda la mujer.
Este encuentro se produjo hace 17 años durante una de las actuaciones del cantante y desde aquel momento fueron inseparables, contaron sus familiares. Tuvieron dos hijas, eran felices y eso los llevó a casarse días antes de que se produjera la tragedia.
Justamente, varios familiares regresaban la noche del accidente a Buenos Aires luego de asistir al acontecimiento social y vieron el triste escenario de la secuencia de choques de la camioneta del cantante con un camión y con un auto.