
“Hola, soy el 2992. Te paso la dirección Miserere 4881 —Pero del Rey— Moreno”, escribió el testigo que dentro de un mes recibirá la recompensa en efectivo de 5.000.000 de pesos. En ese lugar, se escondía Luis Abel Guzmán (43 años). La Policía, finalmente, lo apresó el miércoles último.
“Abelo” Guzmán es hijo de santiagueños que residen en la localidad de a Los Morales —departamento Capital-. Vive, junto a sus hermanos, en la provincia de Buenos Aires y trabajaba en una coqueta peluquería de Facundo Verdini, en el barrio de Recoleta.
El 20 de marzo, a las 20.30 extrajo un arma de fuego de entre sus pertenencias. La pistola que días antes le habría proporcionado un familiar. Le disparó a su compañero que mientras charlaban haciendo hora para salir. Le pegó un tiro certero en la cabeza. Germán Gabriel Medina —33 años—. El colorista que en febrero había delatado a Guzmán por usar formol con sus clientas, había sellado de esa manera el destino de su vida.
Luego de asesinar a Medina, Guzmán con la pistola en la mano corrió detrás de Verdini a quien tenía como segundo blanco de la masacre. Pero antes de concretar el segundo crimen, emprendió la huida. Escapó por un lugar donde no había cámaras ni semáforos en su automóvil. Desde ese día, la Policía lo buscó hasta en la casa de sus padres, donde estaba construyendo su hogar. Pero no había rastros del asesino. No tenía contacto ni con su madre ni con sus hermanos. Tampoco se sabía fehacientemente, quien lo ayudaba a esconderse. Pasaron dos meses y nueve días; hasta que un testigo denominado 2992 —código de identificación— que le asignaron los encargados del Programa Nacional de Recompensas que ofrecían un pago de $ 5.000.000 por datos certeros sobre el paradero del peluquero Guzmán.
“El prófugo se encuentra pasando la noche en la casa trasera de un domicilio ubicado en la calle Miserere, Paso del Rey Moreno provincia de Buenos Aires que la casa es de una señora mayor y su hijo; que el prófugo fue para ahí por un conocido del hijo de la señora, que aparentemente no saben nada quien es el hombre, que le estarían dando una mano hace 2 o 3 días. El hombre dijo llamarse Gustavo y que venía del sur. Tiene un poco más de pelo y barba que en las fotos de las noticias”, así expresaron los investigadores al juzgado que ordenó el allanamiento y detención en la vivienda. Mientras adjuntaron dos fotografías de la casa que fueron enviadas por el testigo.
La Policía hizo vigilancia y apenas Guzmán salió de la vivienda donde llegó para hacer trabajos de jardinería, fue apresado.
Según los investigadores, el homicida salió de su “escondite” luego que su exempleador publicara un nuevo trabajo, distante a unos 5 minutos de la casa donde fue apresado. Por lo que se sospecha que “tenía planeado terminar de concretar su `trabajo´”.
El jueves, Guzmán se abstuvo a declarar ante la Fiscalía que investiga el crimen de Medina.