
Un expolicía y dueño de una panadería que se encuentra ubicada en el barrio Rivadavia de la ciudad Capital sorprendió en su inmueble a padre e hijo que, junto a un cómplice, ingresaron al lugar a robar. Los enfrentó y fue atacado con un cuchillo. Se defendió con un palo y un hierro.
Según consta en la denuncia realizada en la Comisaría Comunitaria 4 por el damnificado de 50 años, el primer robo que sufrió en el inmueble de avenida Rivadavia se produjo el 13 de julio del corriente año. Al regresar a su casa junto a su familia, se percató de que delincuentes le habían robado un par de zapatillas y un juego de copas.
Al día siguiente, en horas de la mañana, descubrió que nuevamente desconocidos ingresaron a su casa. En la oportunidad, los ladrones habían robado una soldadora, un reloj, un taladro con estuche, herramientas varias, jeans, remeras, ropa de abrigo y alargador. Ante la situación, el damnificado comenzó a averiguar en el barrio, con el fin de identificar a los autores del robo para denunciarlos penalmente.
Por su parte, los delincuentes decidieron ingresar una vez más a la casa del comerciante. Era la hora cero del lunes, cuando el damnificado se dirigió a abrir el portón de calle Dubrovich escuchó ruidos extraños. Se dirigió a ver qué sucedía y descubrió a dos sujetos. Eran padre e hijo, quienes empuñaban cuchillos. Lo sorprendieron al damnificado y comenzaron a arrojar cuchilladas. El expolicía, como pudo, se defendió. Tomó un palo, con el que enfrentó a los sujetos.
Luego, tomó un hierro con el que lesionó a uno de ellos. En ese momento, apareció un tercer ladrón, quien ocasionó daños en el portón y los tres malvivientes emprendieron la fuga.