Un comerciante del barrio Juan Felipe Ibarra se trasladó como todos los días a la zona céntrica de la ciudad Capital y dejó su auto en un estacionamiento de la calle 9 de Julio, donde paga mensualmente. Horas después, regresó para retirar el rodado y dirigirse a descansar, ocasión en la que advirtió que la puerta del conductor estaba sin seguro, a pesar de que lo había dejado con las medidas de seguridad. Seguidamente, comprobó la ausencia de 800 dólares (equivale a más de un millón de pesos) que estaban guardados en la puerta del conductor. El damnificado realizó la denuncia y se dio intervención a la fiscal María Eugenia Callegaris.