Sergio Navarro, un profesor de Matemática y Física de 54 años y amante de la fotografía, regresó ayer a la tarde a su casa de Hurlingham, Buenos Aires, pero no con un sabor amargo por el asalto sufrido en el puente Carretero, sino agradecido con la Policía de Santiago del Estero que recuperó sus bienes, entre ellos la cámara con la que alimenta su pasión, y por haber conocido a "santiagueños maravillosos" que lo ayudaron desinteresadamente desde el primer minuto que conocieron el mal momento que había sufrido.
El docente contó a Nuevo Diario que había llegado el viernes por primera vez a Santiago del Estero, aprovechando el fin de semana largo para hacer fotografías, una pasión que realiza como aficionado desde hace muchos años. Casi siempre viaja por distintos lugares de Argentina y del mundo con otros amantes de la fotografía, pero en esta ocasión viajó solo. El viernes último a la tarde, quería obtener la mejor imagen del puente Carretero y el Estadio Único. Mientras buscaba una buena posición en la pasarela del puente, fue asaltado por dos delincuentes que lo amedrentaron con un cuchillo y le lanzaron un puntazo que le cortó la campera. Le robaron todo el equipo (cámara, lentes, batería, memoria), el celular y el dinero que tenía para pagar el hotel y solventar su estadía.
Como se sabe, la Policía realizó allanamientos anteayer en el barrio Río Dulce de La Banda, detuvo a uno de los sospechosos y recuperó los bienes sustraídos.
"Quiero resaltar el buen trato de la gente del lugar y de la Policía, por el buen accionar y buen proceder. No me quiero ir sin agradecer a todos", afirmó. En este sentido, sostuvo que se "emociona" al pensar sobre la "gente buena" que lo ayudó. "Me emociono al pensar toda la gente buena que me crucé; por ejemplo, una mujer me tuvo en su auto por todos lados, me llevó a la comisaría, a la Jefatura, me prestó el celular. La gente del hotel donde estaba parando se mostró de maravillas y hasta me prestaron una computadora para poder comunicarme con mi familia porque había quedado sin el celular y no me acordaba de ningún número de teléfono. Después del mal momento pasado, conocí santiagueños maravillosos", destacó el docente y aficionado a la fotografía que publica sus imágenes en sus redes sociales, aunque por privado, solo para sus amigos.
Añadió: "No tengo palabras para agradecer a todos. La Policía me dio un celular, me compró un chip para estar en contacto con mi familia y amigos y me acompañó en todo momento. Me olvidé del robo, que te puede pasar en cualquier parte del mundo y nadie está exento de eso; por la confianza y el trato que me han dado, ya son como familiares para mí", señaló Sergio, quien es hijo de una catamarqueña y su padre es hijo de un matrimonio de esa provincia; además de tener tías abuelas en la ciudad de Frías.
"Me voy agradecido por haber conocido a gente tan maravillosa. Muchas gracias a todos", finalizó el profesor.