Ella, de 40 años y sargento primero, y él, de 39 y sargento, ambos del Destacamento Móvil 5 de Gendarmería Nacional. Iniciaron una relación hace un año y comenzaron a convivir hace un mes en el domicilio de la mujer del barrio Procrear de La Banda.
Ayer a las cinco de la tarde la pareja mantuvo una fuerte discusión, ocasión en la que la dueña de casa le pidió que se retirara con sus pertenencias. El hombre cargó sus bienes en una mochila y, antes de retirarse hacia una propiedad que alquila, la mujer le manifestó que ella le iba a llevar sus bienes en el auto que estaba en el garaje. La gendarme colocó la mochila en el rodado, aunque inmediatamente trabó las puertas del vehículo y se encerró en la vivienda, dejando afuera a su pareja.
El hecho generó preocupación en el sargento porque en la mochila no solo había ropa y documentación, sino también la pistola reglamentaria. En consecuencia, llamó a la Policía. Personal de la Comisaría Nº 56 y de la Comisaría de la Mujer y la Familia Nº 12 se trasladó al lugar y el hombre contó lo sucedido. El hecho fue informado a la fiscal Mariela Ciotti, quien ordenó que le dijeran al gendarme que se retirara y realizara la denuncia. Sin embargo, el efectivo expuso que se quedaría por orden de su superior, especialmente porque tenía que recuperar el arma de fuego.
Finalmente, ante la insistencia de los policías, la mujer abrió la puerta y se excusó diciendo que estaba "dormida" porque había tomado una pastilla, pero dijo que no le iba a dar la mochila hasta que él no le devolviera $ 261 mil. Su colega le manifestó que le devolvería el dinero, pero que la deuda era por una suma menor a lo que pedía.
La mujer le dio la mochila y se descomprimió la situación. Ambos indicaron que luego concurrirían a la dependencia policial.