Una joven de 22 años había salido de una escuela de capacitación nocturna de la ciudad de Suncho Corral, departamento Juan Felipe Ibarra, y emprendió la caminata hacia su domicilio. Sin embargo, mientras transitaba por calles Rivadavia y Libertad del barrio Lourdes, fue sorprendida por un sujeto que reconoció, se trataba de un sujeto con lo que había tenido una amistad durante la infancia, pero nunca más volvieron a entablar comunicación.
El individuo la llamó por su nombre, aunque la estudiante se negó a acercarse y siguió caminando. En esa circunstancia, el sospechoso se acercó por detrás y la abrazó, ocasión en la que le dio varios besos en la mejilla, sin su consentimiento. La víctima se resistió y lo alejó con sus brazos, mientras le pedía que la dejara en paz. No obstante, aprovechando la nula presencia de testigos, el sujeto la agarró de uno de los brazos y comenzó a arrastrarla hacia una zona montuosa y oscura de las inmediaciones. La joven volvió a resistirse, aunque igualmente él trató de besarla. Logró liberarse y emprender nuevamente el camino, a paso rápido. El sujeto la siguió, mientras la víctima le pedía que la dejara en paz, casi al borde de las lágrimas. Finalmente, el acusado se detuvo y le dijo: “Mañana te escribo por Facebook”, como si nada hubiera ocurrido.
La estudiante llegó a su casa y sufrió una crisis de nervios y llanto, a tal punto que no quiere salir de la casa porque teme por su integridad física.
La víctima realizó la denuncia y contó lo sucedido, tras lo cual se dio intervención a la Unidad Fiscal Capital.
Las autoridades judiciales ordenaron que se concretaran diversas medidas judiciales para preservar la integridad física y psicológica de la denunciante, mientras se instruye la causa.