La enfermera implicada en la muerte de una paciente, la que falleció luego de que le colocara un inyectable, enfrentará una grave acusación ya que la Dra. Eugenia Callegaris, representante del Ministerio Público Fiscal, le imputó los delitos de homicidio culposo, peculado y uso indebido de estupefacientes.
La investigación determinó que la acusada Macarena Monetti Giménez, quien se desempeñaba en el hospital Regional, habría sustraído ampollas de fentanilo y midazolam del área de Cuidados Paliativos y Oncología del mencionado establecimiento. Posteriormente, habría administrado dichas sustancias sin indicación médica a la paciente Patricia del Valle Leyría, en su domicilio particular.
Reiteradas veces
Estos hechos se habrían reiterado en varias oportunidades hasta que, el pasado 3 de abril del corriente año, tras una nueva aplicación de ambos medicamentos en dosis excesivas, la paciente sufrió un deterioro abrupto en su salud, que le provocó la muerte en cuestión de minutos.
Conocido el deceso de Leyría, quien era psicopedagoga, el Ministerio Público Fiscal intervino de forma inmediata y dispuso la detención de la profesional de la salud ordenando la realización de todas las diligencias y pericias necesarias para esclarecer el hecho.
Actualmente la enfermera se encuentra privada de la libertad, porque días pasados la Dra. Érika Casagrande Valdueza, jueza de Control y Garantías, le convirtió la aprehensión en detención.
Destacan aporte
Desde fiscalía destacaron la colaboración del Ministerio de Salud de la Provincia, cuyo aporte fue fundamental para la identificación y trazabilidad de las sustancias sustraídas del hospital.
El Ministerio Fiscal advierte a la población que la sustracción de medicamentos de hospitales o instituciones públicas constituye un delito penal, que puede ser sancionado con penas de dos a diez años de prisión e inhabilitación absoluta perpetua.