Un sujeto domiciliado en el barrio Belgrano de la ciudad de Monte Quemado, departamento Copo, fue aprehendido luego de que agrediera y lesionara a su esposa, enojado porque esta salió a buscarlo y lo encontró ingiriendo bebidas alcohólicas con amigos, exigiéndole que dejara de tomar y regresara a la casa.
El hecho fue denunciado por la víctima, de 36 años, quien se presentó ante las autoridades de la Comisaría Nº 8 de la Mujer y la Familia, a las que contó que en horas de la siesta su marido había salido para realizar un trabajo. Preocupada porque no regresaba, ella salió a buscarlo en su motocicleta —alrededor de las 18— y lo encontró con sus amigos bebiendo.
Le pidió —en forma insistente— que dejara de tomar y volviera a la casa, y como el sujeto no le hacía caso ella decidió irse.
Vuelve ebrio y la agrede
Poco antes de la medianoche, el inculpado regresó a la casa en estado de ebriedad y muy enojado, comenzando a insultarla y luego le aplicó una violenta trompada en el pecho, lo que la hizo retroceder y golpear contra una pared.
En ese momento intervino el hijo de 7 años, quien le gritó al agresor y le pidió que no golpeara a su madre, lo que fue acatado por el individuo, quien le pidió que se fuera de la vivienda.
Ella salió para dirigirse a la casa de un tío, para pedirle que llamara a la Policía porque no cesaba en insultarla y amenazarla. El agresor la siguió y la amenazaba con correrla del domicilio junto con sus hijos, nacidos de una relación anterior que tuvo la mujer.
Esconden los cuchillos
La denunciante dijo que le pidió a su hija que escondiera los cuchillos, por temor a que el sujeto los atacara con ellos, y la menor los enterró.
La víctima reveló que al ver que llegaba la Policía, el inculpado se escondió en el baño cubriéndose con un colchón, pero ella permitió el ingreso de los uniformados para que lo busquen y lo lleven, ya que sabía que si los efectivos se retiraban después buscaría los cuchillos para agredirlos.
Cuando el sujeto era trasladado a sede policial, la mujer desenterró los cuchillos y los entregó a los uniformados.
El fiscal Gabriel Gómez lo imputó y ordenó que quede aprehendido.