
Fabián Gómez, padre de Alejandra, recordó a su hija: “Mi hija era muy feliz. Tenía un excelente promedio. Estoy en shock. Era su último año”, arrancó ente los medios locales de Quimilí.
Al tiempo que aseguró: “Era una joven dedicada a servirle a Dios. Estoy aquí, llorando en el hospital donde mi hija con otros jóvenes venía a orar por las personas enfermas los sábados. Hoy me toca despedirla a ella aquí. Ella venía a traerles pañales, agua y les entregaba una oración a los enfermos”.