Una trabajadora sexual de 35 años, tras mantener el acto íntimo, se apoderó del celular de un cliente, ingresó a la billetera virtual de una tarjeta de crédito y extrajo un préstamo de $ 500 mil. Seguidamente, la mujer le pidió a un comerciante vecino que le hiciera el favor de facilitarle su número de cuenta extrabancaria para que le depositaran una suma de dinero por un trabajo realizado. En este sentido, argumentó que no quería aportar sus datos personales por ejercer la prostitución. El dueño del maxikiosco accedió al pedido, tras lo cual la mujer le transfirió desde la cuenta de su cliente el medio millón de pesos. Momentos después, por pedido de la trabajadora sexual, el comerciante transfirió ese dinero a la billetera virtual de la prostituta.
Una vez que el cliente advirtió la operación financiera que no concretó ni había autorizado, realizó la denuncia penal.
Efectivos del Departamento de Delitos Económicos realizaron investigaciones, identificaron a la autora del hecho delictivo y determinaron cómo se concretó la maniobra fraudulenta para no dejar rastros informáticos y evitar ser identificada.
Con orden de la jueza de Control y Garantías, Dra. Érika Casagrande, los investigadores de Delitos Económicos irrumpieron ayer en un domicilio del barrio Ampliación Ulluas de la ciudad Capital y detuvieron a la sospechosa, de apellido Valenzuela. Además, secuestraron el celular de la imputada, donde recibió los $ 500 mil, tras manipular la cuenta ajena.
La detenida por defraudación fue alojada en la Alcaidía de Mujeres de la zona sur, a la espera de ser indagada por el fiscal Ángel Belluomini.