A una semana de la salida del cepo, la incertidumbre por un posible traslado a precios y su magnitud comenzó a crecer. Si bien circularon nuevas listas de precios con aumentos y hay algunos rubros más afectados que otros, también se observó uno que otro caso de marcha atrás. Los analistas señalan que el impacto todavía es acotado, aunque muchos anticipan correcciones que impulsarán la inflación en los próximos meses.
El impacto del nuevo régimen cambiario, con una flotación entre bandas del dólar de $1.000 y $1.400 y la quita de la mayoría de las restricciones a la compra para las personas, está atravesado por factores tales como la dinámica del comercio exterior, las expectativas, el valor al que se estabilice la cotización, los precios internacionales y el consumo. Incluso influye la negativa de los comercios a convalidar reposiciones con aumentos.
La consultora PxQ destacó que las primeras estimaciones indican que, en términos generales, si bien se percibe una leve aceleración de precios, esta se encuentra muy lejos de lo observado en episodios devaluatorios previos.
Claudio Caprarulo, economista de Analytica, dijo al medio Infobae: “En nuestro relevamiento todavía no observamos cambios importantes, pero con el correr de los días esperamos que empiece a reflejarse el impacto de un tipo de cambio más alto. Resta ver qué cotización del dólar van a utilizar las empresas y los comercios para calcular sus costos de reposición. Por el momento, nuestra proyección para abril y mayo es una tasa de inflación mensual superior a la de marzo (3,7 por ciento)”.
“El precio de los productos importados va a subir de forma directa, mientras que en el mercado interno se va a reflejar el aumento en los precios de los productos que se exportan o que se elaboran a partir de los mismos”, sostuvo. Es que las variaciones en el tipo de cambio se trasladan inmediatamente a los bienes transables.
Desde otra perspectiva, la economista de C&T Asesores Económicos, María Castiglioni, consideró que el oficial se está ubicando en el medio de la banda definida, por lo cual no hay tanta diferencia con el blend, que era el tipo de cambio al que liquidaban los exportadores.
Para la especialista, asumiendo un pass through relativamente alto, pero teniendo en cuenta que hubo cierto anticipo, la inflación de abril va a terminar por debajo del 3 por ciento.
Jerónimo Montalvo, economista de Abeceb, explicó: “El nuevo esquema cambiario de bandas produjo una suba del tipo de cambio oficial en torno al 10% en sus primeros días -a una cotización aproximada de $1.200 - y se espera que se mantenga estable en estos valores-, lo cual tendría un impacto de corto plazo en la inflación, aunque sería transitoria y acotada por el mejor contexto macroeconómico (con orden fiscal y monetario) y la apertura y desregulación comercial”.
Además, “muchas empresas ya estaban utilizando los dólares alternativos como referencia, entonces no deberían tener demasiados cambios en sus costos”, apuntó.
Proyectó que la inflación se ubicaría durante dos meses por encima de los valores previos, superando el 4%, y, ya para junio, bajo el supuesto de estabilidad cambiaria, mostraría una sensible baja que continuaría su sendero hacia fin de año, cerrando el 2025 en torno al 30 por ciento.
La economista de EcoGo Rocío Bisang apuntó: “Por ahora esperamos ver una leve aceleración de los precios, considerando también el arrastre que deja marzo, aunque no esperamos un salto desmedido ya que hoy el dólar está moviéndose más cerca de la banda inferior y con ingresos y una demanda que no terminan de recuperarse”.
A su vez, “la inflación del mes pasado nos da indicios de que ya algunas correcciones se hicieron frente a la expectativa de devaluación. En ese sentido, esperamos que la presión sea un poco menor y más difusa. Para abril estamos proyectando una inflación del 3,8%”, añadió.
Por su parte, Equilibra estima un IPC de 4% y LCG de 4,2%, como promedio del mes.
Obviamente hay rubros sobre los que puede haber afectaciones por el nuevo esquema que preocupan más que otros. Es el caso de alimentos, tarifas y combustibles, los cuales responden a distintas variables.
Alimentos
En lo que respecta a alimentos, Castiglioni aseguró que están aumentando algunos productos pero están bajando aquellos que habían presentado fuertes saltos, como verduras. Cabe recordar que la división avanzó 5,9% el mes pasado.
Montalvo observó que los alimentos serían, por su peso, el rubro de mayor incidencia en dicha corrección de precios, aunque con una desaceleración respecto al valor de marzo, que fue particularmente alto en un marco de incertidumbre, donde muchas empresas podrían haber adelantado la suba.
Según Equilibra, en la tercera semana del mes y la primera sin cepo, Alimentos y bebidas no estacionales trepó 1%, traccionado por Carnes (1,4%), Azúcar y golosinas (1,9%), infusiones (1,5%) y bebidas alcohólicas (1,6 por ciento).
En el mismo período, LCG registró una suba en el rubro de 0,8%, acumulando así una inflación del 2,5% en lo que va de abril. Los mayores incrementos se registraron en azúcar, miel, dulces y cacao (3,5%), aceites (3%), carnes (2,5%) y frutas (2,3 por ciento).
Tras el levantamiento de las restricciones cambiarias, fabricantes de alimentos enviaron listas con alzas de más de 9%, lo cual fue rechazado por los comercios.
Desde la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) sostuvieron que “ante los hechos de público conocimiento, queremos comunicarle a la sociedad nuestro firme propósito de no aceptar listas de precios de nuestros proveedores que contengan aumentos desmedidos y/o especulativos”.
Fuentes de cadenas explicaron que no se puede aceptar un 10% de ajuste en un contexto de caída del consumo masivo. Según Scentia, las ventas de este segmento se contrajeron 5,4% interanual en marzo y acumulan 16 meses consecutivos a la baja.
En este escenario, el ministro de Economía, Luis Caputo, celebró el miércoles pasado en X: “Hoy los supermercados grandes rechazaron la mercadería con lista de precios nueva de Unilever y Molinos con subas de 9% a 12 por ciento”.
Posteriormente, el jueves, el titular del Palacio de Hacienda afirmó: “Molinos retrotrajo toda la suba de precios. Buena reacción. Y sobre todo, gran gestión de los supermercados, cuidando a sus clientes”.
Los argumentos de las empresas habían sido el incremento de los costos dolarizados ante un tipo de cambio más alto y la mejora en el valor de exportación.
Tarifas
En cuanto a tarifas, ante el nuevo régimen cambiario, el economista Julián Rojo advirtió que “en invierno los costos de generación eléctrica van a crecer y van a ser más altos que en 2024 medidos en dólares. Es decir que, incluso en el piso de la banda cambiaria, el costo de la energía en pesos aumenta”.
No obstante, ese incremento podría absorberse vía subsidios. Sobre esta cuestión, Caprarulo consideró: “El gobierno entra en una disyuntiva importante debido a que si quiere continuar camino a un esquema de precios relativos más sostenible, debería autorizar aumentos. El problema es que eso también va a golpear más el bolsillo de salarios y jubilaciones, que de por sí con las subas en los precios de consumo masivo van a verse perjudicados”.
Combustibles
Por otro lado, las variaciones en el dólar tienden a impactar sobre el valor de los combustibles por su influencia en los costos de importación y de producción. Sin embargo, la caída del precio internacional actúa como factor de compensación.
El presidente de YPF, Horacio Marín, dijo recientemente: “Si el precio del crudo sigue bajando, vamos a hacer números y, si corresponde, bajaremos los precios”. Y aclaró que estos no están atados a la inflación.