El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, designó a Mauricio Claver-Carone como Enviado Especial del Departamento de Estado para América Latina, un puesto clave en las relaciones de Washington con la región. Este nombramiento genera tensiones en el gobierno argentino liderado por Javier Milei, particularmente para Guillermo Francos, jefe de Gabinete, y para José Luis Vila, secretario de Estrategia.
Conflicto por el BID
Claver-Carone, quien presidió el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hasta 2022, responsabiliza a Francos de haber conspirado para su destitución. Según el flamante funcionario trumpista, Francos, entonces representante de Argentina en el BID durante el gobierno de Alberto Fernández, impulsó una denuncia que provocó su salida del cargo. La operación buscaba colocar a Gustavo Béliz como sucesor, pero finalmente fracasó.
En declaraciones previas, Claver-Carone fue contundente:
"Si Milei cree que Francos le va a traer credibilidad en los Estados Unidos, se equivoca enormemente. Francos no concuerda con sus principios, y su nombramiento solo refleja oportunismo político".
Impacto en el gabinete de Milei
La permanencia de Francos en el gobierno de Milei podría dificultar las relaciones con Estados Unidos, ya que Claver-Carone es ahora una figura clave del Departamento de Estado y tiene respaldo total del influyente secretario de Estado, Marco Rubio. Rubio, conocido por su postura crítica hacia el kirchnerismo, también cuestionó el rol de Vila, quien trabajó como jefe de asesores de Oscar Parrilli en la Agencia Federal de Inteligencia durante el período posterior a la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Además, Claver-Carone ha cuestionado públicamente el desempeño del equipo económico de Milei, al que acusó de implementar políticas contrarias a los principios liberales:
"Lo que estamos viendo es un equipo que gobierna con políticas peronistas, reforzando el peso y gastando reservas, en lugar de avanzar hacia la liberalización prometida en campaña".
Alianzas y tensiones internas
Francos, Vila y Rodrigo Lugones, cercano al operador radical Enrique Nosiglia, han establecido una alianza dentro del gobierno libertario, situación que complica aún más la percepción externa del gabinete de Milei. Claver-Carone ha señalado que estos vínculos representan un retorno a prácticas políticas tradicionales que contravienen las promesas de cambio radical del presidente argentino.
Un desafío diplomático para Milei
El nombramiento de Claver-Carone representa un nuevo obstáculo para Javier Milei en su intento por fortalecer los lazos con Washington. La administración del líder libertario enfrenta ahora el desafío de reconciliar las tensiones internas y proyectar coherencia en su política exterior, especialmente cuando figuras clave del gobierno son vistas con recelo por la nueva administración trumpista.
Con información de La Política Online.
