La ciudad de Añatuya se expresó este domingo, luego de que el mismo intendente, el cuestionado Héctor Ibáñez, había sostenido que “este es un plebiscito a mi gestión”, ya que el hecho de ir en listas separadas a diputados, permitía que el pueblo de Añatuya pudiera mostrar (por separado) su adhesión a nivel local.
Fueron finalmente 16.970 los electores, lo que significa el 73% de electores, sobre un padrón de 23.570, de los cuales el 32% votó a la lista que representa a nivel local el Dr. Julio Ernesto Castro, sumando 5.431 votos para diputados provinciales, mientras que el segundo lugar fue para el Frente Renovador, con 4.242 votos, que significa el 25%, mientras que la lista que impulsaba el intendente Héctor Ibáñez, más otros dos sectores, quedó relegada al tercer lugar, con solo 4.073 votos, el 24%, lo que lo deja en una frágil situación política, ya que al sostener él mismo que el resultado reflejaría la preferencia del electorado, a un año de finalizar su mandato, lo deja en una pésima posición.
Una gestión signada por la persecución, la falta de respuestas a la población en medio de la pandemia, los permanentes escándalos como los de una ambulancia que transportaba bebidas alcohólicas o jugadoras de voley, más la permanente ausencia del intendente en su lugar de trabajo y la nula respuesta a cualquier queja de los vecinos, hizo que la gestión, sospechada de numerosas irregularidades, termine perdiendo hasta la mayoría en el Concejo Deliberante, donde sus concejales fueron abandonando el bloque que representa Ibáñez, por serios desacuerdos y en medio de cuestionamientos por movimiento de fondos poco claros.
De los 9.746 votos que obtuvo Ibáñez hace solo tres años cuando llegó a la intendencia, se le esfumó más del 80%, a la luz de los últimos resultados, lo que lo encamina a una derrota segura que muestra el descontento de una ciudad que rápidamente descubrió que todas y cada una de las promesas de campaña, solo quedaron en el terreno de las promesas y a cambio abandonó a su suerte a toda una ciudad que le dio la espalda en las urnas.