Acerca del impacto del inicio de clases plenas en este ciclo 2022, la licenciada en Psicología Ana Suárez analizó algunos puntos y detalles.
“Durante la pandemia, lo que afectó fue nuestras rutinas de socialización, generando en los jóvenes y niños, desequilibrio socio-emocional, estrés y ansiedad, al haber perdido el contacto social. En algunos casos, los estudiantes ya padecían de trastornos de ansiedad, depresión o TDA que podrían verse más afectados. Podemos concluir que la pandemia nos trajo grandes dificultades en la salud mental”, inició.
"Todo lo que implicó y aún implica la pandemia, las vivencias de cada núcleo familiar, los procesos de duelo (perdidas de seres queridos y/o de empleo de sus padres, u otros), conflictos familiares, reestructuraciones al interior de las familias, incluso los casos de abuso durante la pandemia; en fin, cada niño, cada estudiante enfrentó una realidad distinta y es importante también valorarlo desde la individualidad", remarcó la profesional.
Por otro lado, subrayó: "Las clases presenciales son fundamentales para el proceso de socialización principalmente en los niños. La interacción social es fundamental en el proceso mismo de aprendizaje, y no hay punto de comparación en el contexto con una plataforma virtual o como sucede en muchos casos por vía Whatsapp".
"Es decir, desde la psicología se confirma la importancia que tiene la presencialidad en el aprendizaje principalmente por ese fortalecimiento de vínculos con sus pares, docentes y otros profesionales del entorno escolar. Los profesionales que formamos parte del entorno educativo, debemos usar el lenguaje para generar un sentimiento de pertenencia en nuestros alumnos, con frases como “estamos juntos en esto y nos podemos ayudar unos a otros”, que pueden evitar que los menores se sientan solos y sin ayuda", sostuvo.