En el programa “Actualidad Política”, que se emite de lunes a viernes de 13 a 14 horas, estuvo como invitado Pablo Dragún. Quien cumple la función de director del Centro de Estudios y de Relaciones Internacionales de la UIA (Unión Industrial Argentina), e hizo referencia a la apertura de las importaciones y su incidencia en la industria nacional, además de la inestabilidad del dólar frente a la devaluación.
Dragún tiene una maestría en Economía y Desarrollo Industrial con especialización en PyMEs de la Universidad de General Sarmiento (UNGS) y es licenciado en Economía de la Universidad de Buenos Aires (UBA). En su experiencia, además de su cargo en la UIA, es miembro del Consejo de Administración de la OIT (julio de 2018 – actualidad), entre otras funciones académicas.
Primeramente, planteó: “La principal preocupación que se tiene es que, adicionalmente a la situación mundial que se desencadenó hace unas semanas por el tema de aumento de aranceles por parte del gobierno de los Estados Unidos, tenemos una agenda de competitividad que requiere la industria”.
“Una agenda donde se bajan impuestos, donde haya incluso devolución de saldos técnicos de impuestos, o sea, impuestos que se pagaron y que deberían haberles devuelto. Y a todo esto, que no ocurrió, la baja de los aranceles a la importación de productos como textiles, calzados e indumentaria, sin haber desarrollado esta agenda de competitividad. Y podría tener un impacto, que incluso, podría ser mayor en este nuevo mundo que se está reconfigurando”, subrayó.
“Nosotros hicimos el año pasado, desde el Centro de Estudios, un trabajo que mostraba que la productividad de la industria argentina es bastante buena. Incluso, por encima de muchos sectores de otros países. Pero los problemas pasaban por la competitividad y por la inestabilidad macroeconómica”, puntualizó Dragún.
En la misma línea, siguió: “Los problemas de inflación y devaluación, desde el 2010 al 2024, fueron parte de un problema bien argentino. Pero además de esa agenda macro que Argentina tenía que resolver, también teníamos otras cuentas pendientes vinculadas a los costos de la energía y laborales no salariales”.
“La evidencia en Argentina al menos muestra que en una economía que no crece y que estamos estancados desde hace muchos años, la gente va al sector de mayor precarización. Y esto afecta mucho más al tejido social. Pero no tomar las decisiones nos lleva a estos puntos de letargo también”, aseveró. Y además, explicó: “Creo que lo que también muestra, la evidencia más reciente, es que es importante saber hacer las cosas. Porque si no las sabes hacer, te termina ganando en competitividad otro.
Por otro lado, sobre la situación del dólar y la devaluación, indicó: “A nadie le sirve alternar esquemas de devaluación y sobrevaluación de la moneda. Tampoco es que haya un valor del dólar que resuelva todos los problemas. Pero sí es necesario que en los valores de tipo de cambio se tomen medidas puntuales para tener una visión detallada del escenario. Y tratar de reducir los costos”.