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La Provincia Se congregaron para repudiar la retención de las más de cinco toneladas de alimentos

“A nuestros comedores llegan personas que no tienen lo más esencial, que es un plato de comida"

Acusó Jésica Cajal, referente provincial de Libres del Sur, en el marco de una movilización por la falta de asistencia alimentaria por parte del Gobierno nacional. El equipo de Nuevo Diario dialogó con responsables de comedores.

Titulares e integrantes de comedores y merenderos se movilizaron ayer para visibilizar la falta de asistencia alimentaria por parte del Gobierno nacional, en la plaza Libertad.

Referentes de los espacios políticos Libres del Sur y el Polo Obrero llamaron a repudiar las políticas de “ajuste y hambre” que propone el presidente Javier Milei, la retención de más de 5 mil toneladas de alimentos por parte del Ministerio de Capital Humano de la Nación, los despidos en organismos estatales, entre otras medidas.

Jésica Cajal, referente provincial de Libres del Sur, advirtió que “a nuestros comedores llegan muchas personas que no tienen lo más esencial, que es un plato de comida”.

“Salimos a exigirles que se resuelva de forma inmediata el tema de los alimentos”, reclamó.

Cajal observó que en lo que va del Gobierno del libertario “se las ha hostigado a las organizaciones sociales”; sin embargo, afirmó que “somos los únicos intermediarios en los barrios para ayudar a los vecinos”.

La referente de Libres del Sur, a propósito de la retención de alimentos, acusó: “Hace unas semanas nos dábamos con que los mismos que nos persiguen y hostigan tenían los depósitos llenos”, y agregó: “A los que hablaban de las organizaciones sociales se les termina dando vuelta el relato. No tienen cómo tapar el ajuste que están haciendo”.

Ezequiel Altamiranda, referente provincial del Polo Obrero, apuntó: “El Gobierno nacional se ha enfocado directamente en llevar a fondo las represiones y los perseguimientos políticos a las organizaciones sociales”.

“Los pobres, para este Gobierno, somos un estorbo”, denunció Altamiranda, quien completó: “Llevan adelante ataques sistemáticos no solamente a las organizaciones sociales, sino también, al sector trabajador que, hoy en día, está organizándose para enfrentarlos”.

El referente del Polo Obrero coincidió con la de Libres del Sur sobre la mirada de la territorialidad de las organizaciones sociales: “Hoy en día, y como lo han hecho siempre, cumplen un rol muy importante en cada barrio popular, con cada vecino y con cada compañero”.

Y culminó: “No somos fantasmas, aquí estamos, demostrando que los comedores están vacíos, que nuestros niños tienen hambre y que nuestros jubilados no llegan a fin de mes”.

“Cada día se arriman más familias. Primero eran niños, ahora son familias enteras”

César Esquivel, quien acompañó a los voluntarios del comedor Manos Solidarias, del barrio Bosco III, acusó que hace seis meses que no reciben alimentos por parte del Ministerio de Capital Humano de la Nación.

“¡Entreguen los alimentos próximos a vencer! No sé por qué el Gobierno los mezquina, si hace años que se brindan a los comedores. Y, encima, el presidente dice que los comedores son fantasmas”, reclamó Esquivel.

A Manos Solidarias asisten más de cien personas de todas las edades. “Cada día se arriman más familias. Primero eran niños, ahora son familias enteras”, lamentó el también integrante de Libres del Sur.

“El comedor funcionaba todos los días, pero la situación nos llevó a funcionar tres veces por semana y, ahora, solo una, que es lo único que se puede hacer. Todo es a pulmón, ya que no tenemos una ayuda del Gobierno”, comentó el entrevistado, quien, además, deslizó que en las instalaciones del comedor cuentan con una huerta donde cosechan sus propios alimentos para poder satisfacer las necesidades de la gente.

Esquivel aseguró que “si hubiéramos bajado las manos”, el comedor “ya no existiría”.

“La voluntad de los compañeros que trabajamos día a día hace que funcionemos, aunque sea una vez a la semana, más que nada por esas familias que vienen a buscar. Es doloroso decirles: ‘No, no hay (comida) hoy’. Se siente la necesidad en las casas”, finalizó.

En Rincón de Luz asisten a unos 75 niños y unos 45 adultos: “No estamos llegando”

Patricia Barraza, responsable del comedor Rincón de Luz del barrio General Paz, detalló su situación: “Antes dábamos comida tres veces a la semana y merienda dos veces a la semana; pero, actualmente, abrimos solo dos veces a la semana, y con mucho esfuerzo. No estamos llegando. Recibimos donaciones de los compañeros y, por ahí, de los vecinos. Asisto a, más o menos, 75 niños y 45 adultos (hace un año atrás concurrían unos 45 niños)”.

Barraza comentó que suelen recorrer el barrio para pedir donaciones en las pollerías o verdulerías.

“Desde Nación nos bajaban mercadería y, a través de la organización, nos repartían. Teníamos ayuda todos los meses, y con eso alcanzaba; lo único que teníamos que comprar era la verdura y la carne. Pero, hoy en día, no tenemos ni fideos ni yerba ni polenta, nada. No podemos hacer mucho”, contextualizó.

“Ahora está muy complicado, no sé si vamos a seguir funcionando, no tenemos nada”

Marianella Montenegro, responsable del comedor Virgen Santa Lucía del barrio Santa Lucía, relató: “Se han sumado personas mayores, más que nada. He llegado a tener 50 personas. Me manejaba los lunes, miércoles y viernes, de 9 a 12; pero, ahora, no tenemos prácticamente nada: estamos dos veces en el mes, y solo como comedor”.

“Si estamos funcionando es porque lo llevamos adelante junto a mis compañeros. Todo sale de nuestros bolsillos”, indicó Montenegro.

La entrevistada notó que en el Santa Lucía hay “cada vez más pobreza”.

“Como encargada te digo que siento dolor porque es muy feo abrir dos veces al mes y no poder seguir ayudando como lo veníamos haciendo”, remarcó.

Al respecto de las familias, dijo: “Es muy feo escuchar las palabras que ellos nos dicen... Nos piden que los ayudemos con lo que sea, pero no sabemos cómo hacerles entender que no hay para darles, ya sea un plato de guiso o una leche”.

El comedor Santa Lucía funciona desde 2001. La encargada, no obstante, consideró que nunca vivieron una situación similar. “Ahora está muy complicado. No sé si vamos a seguir funcionado. No tenemos nada. Para nosotros es difícil porque la situación económica está muy fea”, reflexionó.

Al ser consultada por la retención de alimentos por parte del Ministerio de Capital Humano de la Nación, manifestó que le da “bronca” y siente “injusticia”: “Esa mercadería sería de gran ayuda para colaborar con la gente que realmente la necesita. Es muy feo ver a los chicos que vienen a pedir y tener decirles que no hay”, concluyó.

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