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La Provincia La bailarina santiagueña habló en exclusiva con Nuevo Diario

Agostina y su experiencia de constante aprendizaje en sus viajes por el mundo

Desde Barcelona, Agostina Tarchini reflexionó sobre como es vivir en otro país y las dificultades que se presentan en la travesía.

La sección Santiagueños por el Mundo trata de reflejar las experiencias de muchos comprovincianos que han salido en un viaje por diferentes lugares construyendo un camino que va dando forma a un destino.

En esa tarea, estas páginas se han convertido de a poco en un canal que conecta distintas voces y de alguna manera acorta distancias. También inspira a muchos que actualmente guardan entre sus sueños la posibilidad de recorrer nuevos caminos.

En esta ocasión Nuevo Diario dialogo con una reconocida artista que va dejando su huella en el mundo compartiendo su talento al tiempo que impulsa sus proyectos.

“Mi nombre es Agostina Tarchini, soy bailarina profesional de tango y psicóloga. Tengo 34 años y resido en la ciudad de Barcelona, en España. Básicamente Mi trabajo es hacer shows y dictar clases a nivel internacional. Trabajo mucho por toda Europa y Asia. Desde el 2015 más o menos que me dedico a hacer viajes con el tango y el folklore también como herramientas” destacó en principio la talentosa bailarina internacional.

En el mismo sentido agregó; “Desde muy chica me gustaba mucho viajar, de adolescente sentía que era un sueño para mí poder conocer el mundo bailando, así que cuando termino la secundaria me voy a estudiar la carrera de Tango, pero por cuestiones de inseguridades y pensar que no iba a llegar a ningún lado, también hacía paralelamente la carrera de psicología. Una vez que me recibo de psicóloga empiezo a girar con el baile. Mis primeros países han sido Colombia y Japón. En Japón conozco un compañero de tango con el cual pensaba que mi futuro iba a ser ahí. Me iba a mudar a Japón a probar suerte un tiempo para seguir trabajando, pero por suerte y gracias a Dios hemos ganado el mundial de Tango al poco tiempo y eso nos ha permitido hacer una gira internacional. Ahí conociendo un poquito más Europa decido que mi destino estaría en ese continente. 2017 ganó el mundial 2018 hago la gira internacional y 2019 me instalo en París que era la ciudad que me había ofrecido básicamente el paquete completo y todo lo que se necesita para emigrar”.

Respecto a qué fue lo que impulsó este camino Agostina expresó; “Gran parte de la decisión de emigrar tiene que ver con que estaba viviendo en Buenos Aires y no estaba del todo bien. Buenos Aires me parece mágica y donde el tango se vibra a flor de piel, pero estaba cansada de salir de trabajar tarde como tanguera, y para volver a mi casa sufría mucho miedo de que me roben o ser víctima de hechos de inseguridad. Esa situación ha sido un poco el motor principal por el cual me quería ir la sensación de inseguridad y no me sentía contenida”.

A esto sumó; “Lo económico también tiene un peso propio porque ser bailarín en Argentina no es sencillo. Por lo general veía a mis colegas sufriendo para llegar a fin de mes y sabía que eso también me iba a tocar a mí. Y tercero que también es súper importante era la intriga de conocer otros países, aprender nuevos idiomas de tener la experiencia de conocer que pasa en otros países. Cómo se vive, cuál es la cultura, siempre he sido muy inquieta en querer absorber otro tipo de experiencias”.

Por otra parte la talentosa bailarina explicó; “Actualmente vivo en Barcelona lo cual se siente como una subsede de Argentina. Está lleno de argentinos y ahora en breves van a venir muchos amigos de la infancia. Así que puedo decir que parte de la sociedad es muy cercana. Pero si es verdad que a pesar de ser españoles y compartir el mismo idioma tenemos muchas diferencias culturales. Yo puedo vivir esta experiencia a flor de piel porque mi pareja es Catalán, entonces ahí puedo apreciar las diferencias culturales en montones de hábitos, en formas de pensar. Creo que somos parecidos y al mismo tiempo en el mismo lenguaje español a veces no nos entendemos. Toda la cultura española me parece fantástica y una riqueza cultural enorme. Así que puedo decir que me siento bastante cómoda en la ciudad”.

A modo de reflexión resaltó; “Lo más difícil de estar lejos es extrañar a la familia. No hay día que uno no se preocupe por la familia. La sensación de emigrar viene abrazada la culpa de sentir que uno abandona. Cuando hay situaciones de enfermedad, los cumpleaños, las navidades. Yo le llamo las renuncias. Creo que las renuncias al entorno es lo más complicado. Amigos uno `puede hacerse en cualquier lugar del mundo, pero la familia es solo una y siempre se extraña”.

A eso le siguió; “Lo más sencillo es la calidad de vida. Creo que cuando uno descubre que con tu actividad como artista uno puede vivir y vivir bien y estar tranquilo y olvidarse de cerrar la puerta con llave porque no pasa nada y volver a las 11 de la noche caminando sin mirar para todos lados. Y gracias a dios hoy existe la tecnología que nos acerca a cualquier lado y eso también colabora mucho para hacer las cosas más sencillas o llevaderas”.

En tanto acerca de su actividad detalló; “Hoy puedo realizar mi actividad pero donde resido, es decir en Barcelona, no es una cultura que abrace tanto en tango como otras ciudades europeas, como por ejemplo cuando vivía en París siento que hay una comunidad tanguera muy amplia. En cambio ahora en Barcelona como comparte mucho con otras culturas, hay tango y va creciendo de a poco pero no es el lugar idóneo para desarrollar mi actividad. Por eso me toca armar una valija y cada fin de semana ir visitando diferentes ciudades o países. Cosa que me encanta porque me permite también hacer otras cosas fuera del rol de tanguera”.

Para continuar contó; “Lo que más me gusta del país donde vivo actualmente es que en cualquier supermercado compro Yerba mate, que no es poco, también con mi pareja estamos comprometidos así que el tener a su familia como un apoyo hace que sea una experiencia mucho más amena. Siento más contención emocional al contar con una familia política. Y bueno, España a nivel cultural es impresionante, el mundo del flamenco sus danzas la sevillanas, las tapas y las playas que tiene España son divinas. Trato de sacarle jugo cuando puedo”.

Agostina no oculta sus sensaciones a la hora de recordar su raíz; “Lo que extraño de Santiago es la familia, es algo que siempre se extraña. no verlas a mis sobrinas crecer es algo que me entristece mucho, pero sé que es parte de las renuncias que hago para para construir mi futuro. Punto número dos; “El patio del indio Froilán, la cultura del folclore, la guitarreada. Que cualquier juntada de miércoles a la tarde pueda terminar en guitarra, bombo y violín. Eso es algo tan único nuestro. El talento que hay en cada casa es tremendo y eso viene de la mano con las amistades. Mis hermanos del alma, mis compañeros de baile que han sido mi familia mucho tiempo. Por eso cuando digo que extraño a mi familia incluyo a mis amigos también porque son mis hermanos del corazón”.

Para finalizar expresó; “Pienso en volver siempre, siempre pienso en regresar a visitar a compartir. No descarto rotundamente volver a vivir pero sé que en es un futuro cercano que por el momento quiero seguir viviendo experiencias. No descarto conocer otros países. Por el momento creo que me queda hilo en el carrertel para seguir viajando y quien dice en un futuro volver, o no”.

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