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La Provincia Macotas

La historia de “Kako”: El kakuy que fue rescatado por Patricia y su vida cambió

La vocación de servicio que tiene Patricia la llevó a rescatar un sinnúmero de lechuzas, kakuys, aves pequeñas y hasta colibríes.

Es de esta manera que hace un año y medio, su vida está acompañada de un ave autóctona, llamada "Kako".

Hace un tiempo, Patricia Paz se encargó de salvar, cuidar, curar y devolver a su hábitat natural a muchas aves que son atacadas por niños y adultos, por una “diversión” que en definitiva es una maldad, que ella con amor la convierte en una segunda oportunidad para aves queridas.

Esta vocación de servicio que tiene Patricia la llevó a rescatar un sinnúmero de lechuzas, kakuys, aves pequeñas y hasta colibríes.

Es de esta manera que hace un año y medio, su vida está acompañada de un ave autóctona y que hasta tiene su propia leyenda: un kakuy.

“‘Kako´ está conmigo hace un año y medio. Llegó hacia mí gracias al ‘Polaco’ Riemersma, porque fue atacado por unos chicos con una honda. Le pegaron en

un ala y tuvimos que amputarle lamentablemente esa ala”, comentó Patricia, además dijo: “‘Kako’ fue a quirófano y no le daban muchas esperanzas de vida. Pero

estuvo un tiempo largo con medicamentos, controles veterinarios y por no estar en su lugar de origen pierde el plumaje, por estrés, por ello luego de leer y estudiar el caso averigüé que puede usar algo que sea suave, para cubrirlo del frío”. Es por ello que hoy “Kako” luce con elegancia los pequeños chalecos que le confecciona su mamá humana para que no tenga frío.

Patricia y su gran amigo
Patricia y su gran amigo "Kako"

Su alimentación

Patricia remarcó la alimentación con que debe contar el ave para que pueda sobrevivir: “Su alimentación es a través de filet de pollo, él come 4 veces al día y le

doy agua con una jeringa. Aparte come unos gusanos llamados tenebrios isofoba que son difíciles de conseguirlos, esta dieta le ofrece calcio y vitaminas necearías. Por las mañanas lo saco para que le dé el sol, para el verano está a la sombra, por las noches en invierno le ponemos el chaleco, porque al no tener movimiento no genera calor corporal y con ello mantiene su temperatura. Vamos a ver de hacer una prótesis o contrapeso porque cuando nos quiere seguir, se quiere mover y se cae”, contó Patricia sobre cómo es su vida junto a “Kako”.

 

Otras aves rescatadas

 

Desde su ímpetu de rescatista y protectora de aves, Patricia cuenta cómo son las experiencias con otros especímenes especiales y que también les dedica tiempo, cariño y atención.

“Además de ‘Kako’ tengo una lechuza, que la encontraron porque unos chicos le tiraron piedras y perdió un ala y una pata, lamentablemente no puede volar. Y

una catita que tiene un ala quebrada. Todas estas aves víctimas de hondazos, luego de los ataques las dejan tiradas y ahí me avisan y voy a rescatarlas”, detalló.

Supersticiones y negligencia Patricia cuenta que tiene que lidiar con personas que no saben qué hacer ante ciertas situaciones, como la aparición de una lechuza en su casa y cuenta que “recibo también muchas lechuzas, porque la gente tiene la creencia de que traen mala suerte o llaman a la muerte.

“Vení a buscarla o la matamos”, dice la gente que es supersticiosa. La gente no entiende que son aves inocentes y muy lejos están de ser algo malo para alguien.

Porque llegan a un hogar porque descansan y luego continúan”, dijo indignada y dolida ante estas situaciones. Patricia contó, además, que “también rescato picaflores que por las fumigaciones que se hacen, ellos quieren comer de las ! ores con néctar y le hace mal. Por el lado de los mosquitos, los combate pero para el lado de las aves es mortal en la mayoría de los casos”, dijo la mamá de “Kako”.

Además, Patricia dejó su número para que se comuniquen en caso de que quieran colaborar con ella o encuentren un ave en peligro y puedan llamar o mandar un WhatsApp al 385-5935866.

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