En el programa de ayer de “Actualidad Política”, que se emite de lunes a viernes de 13 a 14 por Radio LV11, estuvo como invitado el economista Castor López. Quien habló sobre la política económica del gobierno de Milei, además analizó el nuevo acuerdo con el FMI y el impacto de los nuevos aranceles de EEUU.
Primeramente, sobre Trump dijo: “Nos puede gustar o no, pero hay una lógica en lo que está haciendo. Si uno revisa sus promesas de campaña, esto estaba dentro de los planes. Él siempre dijo que Estados Unidos importa un poco más de tres trillones de dólares anuales del resto de los países y exporta dos trillones, o sea que tiene un desbalance comercial importante. No es el caso de China o países periféricos, que tienen una balanza comercial equilibrada. Él siempre dijo que iba a ir hacia un comercio internacional compensado; es decir, a todo aquel que me ponga aranceles de tal envergadura, yo le pongo el mismo arancel. De ahí salió esa famosa tabla que difundieron”.
“Hay una lógica en esta aplicación, es una promesa de campaña y es un intento de que regresen las industrias manufactureras norteamericanas del oriente cercano y lejano hacia EEUU. Esa promesa de campaña es hacia el núcleo duro de sus votantes en el centro rural, agropecuario e industrial; Claramente, no es con la costa este, donde están las tecnológicas. Ustedes han visto que este nuevo reformateo arancelario ha provocado que las acciones de las tecnológicas disminuyan, pero las acciones de las industriales suban. Está reperfilando al país. Él siempre quiso un petróleo a menor precio para la energía que necesitan las industrias. Cuando uno ve que las tecnológicas subían en sus acciones de la manera que lo hacían, siempre quedaba la sensación de alguna burbuja. Que en algún momento se liquidan ganancias y esas burbujas explotan, las llamadas Fintech. Y las tencológicas que están desarrollando ingeniería artificial”, analizó.
En la misma línea, remarcó: “O sea que tiene todo un contexto de motivación interna. Pero también hay una motivación externa, de contención a China y a sus países periféricos. Porque China ha avanzado mucho, tanto en lo comercial como en lo tecnológico. Están peleando por el liderazgo mundial con EE. UU. Entonces veo en este gobierno de Trump dos motivaciones, una interna y otra externa, que convergen en esto que ha realizado”.
"Ha habido diferentes reacciones. El mundo tiene alrededor de entre 170 y 190 países. Supongo que va a ir a negociaciones con cada uno de los demás países. Creo que ahora vienen tiempos de prudencia”, aseveró. En otro tramo del diálogo, sobre Milei, siguió: “Quedan chances de que se puedan conseguir resultados positivos en este camino que inició el gobierno nacional. Ha logrado una estabilización de las cuentas públicas, vía un shock. Un shock que la política ortodoxa dijo que no era practicable. Logró un superávit primario, pero cuando empiezan a venir los vencimientos de capital, la cuestión se complica”.
“Pero hay un stock de deudas que hay que empezar a cumplir. Y cuando empiecen a llegar esos vencimientos, se debe acudir al prestamista de última instancia. Por lo que ya es un sendero muy transitado por la política argentina. Creo que lo que no está definido, y lo que causó incertidumbre, es el nuevo sistema cambiario que viene. Argentina tiene hasta algunas características muy particulares”, agregó.
Por último, analizó: “Y se viene un año electoral, que obliga a monitorear control de agenda y demás. Argentina decidió ser federal cuando se constituyó, lo que implica la necesidad de una calidad institucional extra, que no tenemos. Luego, una economía muy heterogénea. Hemos diseñado un país productivo con una idea de un Estado omnipresente. Y es lógico que un cambio tan drástico en el gobierno iba a generar consecuencias graves”.