Los cambios en la temperatura no solamente son perjudiciales en la salud, sino también en la alimentación y esto a su vez impacta en el bienestar integral. Por lo que es importante tener en cuenta algunos cuidados para poder atravesar épocas de altas temperaturas y de fluctuaciones en el clima, que influyen en toda nuestra rutina diaria. En diálogo exclusivo con el Multimedio, la Lic. en nutrición Luz Gerez Carabajal, habló sobre las altas temperaturas, algunas recomendaciones y las claves nutricionales.
Primeramente, sobre cómo influye la temperatura alta en la alimentación, indicó: “La temperatura ambiente influye en el nivel de apetito, tanto la registrada a lo largo del día como aquella específica en el momento y en el lugar en el que estamos comiendo. Si se reduce la temperatura aumenta la ingesta de alimentos, mientras que con el calor el consumo disminuye. Por ende, impacta directamente en lo que comemos y cuánto comemos”.
“Las personas tienen menos hambre cuando llegan las altas temperaturas pero picotean mucho y aun así tienen la sensación de que no ha comido cuando lo que está haciendo es aumentar las calorías que ingieren”, planteó.
A su vez, siguió: “Lo que sugiero es aumentar el consumo de frutas y/o verduras frescas de estación y legumbres, ya que tienen además alto contenido en fibra y efecto saciante y mucho contenido en agua. Se debe destacar la importancia del consumo de agua evitando signos clínicos de deshidratación como: boca seca, lengua blanca, sensación de sed, piel seca y orina oscura”.
“Lo ideal sería disminuir el consumo de bebidas con cafeína, azúcar y alcohol bebidas azucaradas como gaseosas o aguas saborizadas, ya que favorecen la deshidratación, un problema frecuente y que puede llegar a ser peligroso cuando hace mucho calor”, planteó.
Por otro lado el verano tiene un asunto particular y se relaciona con el aumento de las bacterias debido a la humedad y por supuesto las elevadas temperaturas. “Por ende, medidas higiénicas son claves con la intención de evitar alguna enfermedad causada por algún alimento contaminado”, sostuvo.
Por eso es clave seguir las siguientes recomendaciones:
-Verificar que las heladeras mantengan la temperatura.
-Chequear que los alimentos estén frescos y refrigerados.
-No consumir comida que se venda en la calle.
-No dejar los productos fuera de la heladera por un periodo prolongado.
-Sanitizar y lavar correctamente las frutas y verduras.
-Lavado correcto de manos previo a la manipulación de los ingredientes alimenticios.