Ayer, 17 de mayo, se conmemoró el Día del Cine Nacional, una fecha que rememora la primera proyección de la película "La Revolución de Mayo" en 1909, dirigida por Mario Gallo. En este contexto, el Licenciado en Cine, Pablo Argañaraz, dialogó sobre la realidad actual del cine argentino, expresando su preocupación y esperanza.
“Estamos atravesando una época complicada en lo que al cine argentino se refiere, porque se lo está valorando más afuera, que los propios argentinos”, señaló Argañaraz. Y agregó: “Creo que se abrió una grieta donde nos han inoculado mucho odio y en ese odiar sin sentido ha caído el cine. Y el cine nos representa a los argentinos desde siempre, a propósito de la fecha, porque se lo conmemora así, por la película ‘La Revolución de Mayo’, de 1909, que nos representa a todos. Y creo que no debería haber grieta a la hora de apoyar al cine argentino”.
El licenciado Argañaraz enfatizó la importancia del apoyo estatal a la industria audiovisual: “De hecho, la industria audiovisual en todo el mundo es apoyada y subsidiada por los estados; no es que solamente en Argentina se hace un subsidio al cine. Es una manera de sostener a la cultura, donde los países sostienen su cine, a la industria en sí”. Con orgullo, resaltó el reconocimiento internacional: “Y otra cuestión que me parece para resaltar es que nos debemos sentir orgullosos de nuestro séptimo arte, porque ha trascendido las fronteras. Que nos representó en diferentes festivales. Me parece muy triste que el tema sea juzgar al cine”.
"El Eternauta": un símbolo de unión y talento nacional
Sobre el fenómeno de la serie "El Eternauta", el Lic. Argañaraz se mostró optimista: “El Eternauta, primero, qué buen momento que aparece esta serie, y sería no una casualidad, sino una causalidad. El lema que plantea la serie es que se sale de todos los problemas colectivamente; yo creo en eso. Más que nunca tenemos que estar unidos y defender nuestros valores, cultura y cine, siendo que El Eternauta nos está representando excelentemente en una plataforma internacional como Netflix”.
Finalmente, destacó el talento y la trayectoria de los profesionales locales: “Pero no podría haber existido esta serie sin el ejercicio de los técnicos, de los artistas, de los productores, de los programadores y de todos los que trabajan haciendo audiovisual y que lo hicieron desde mucho antes de esta serie. No es que vinieron ‘extraterrestres’ a filmar El Eternauta; con técnica y toda la técnica son nuestros y esa gente hizo escuela haciendo cine y televisión argentina. El Eternauta llegó en un momento justo y recordó que la salida es siempre colectiva y nunca es individual y en el barco estamos todos”. Su reflexión subraya la capacidad y el valor de la producción audiovisual nacional, y el mensaje de unidad que, según Argañaraz, la obra de Oesterheld nos recuerda en estos tiempos.