El humorista gráfico Juan Matías Loiseau, más conocido como "Tute", visitó esta semana a Cristina Fernández de Kirchner en su departamento, ubicado en Constitución, Buenos Aires, y marchó en contra de la condena a la expresidenta de la Nación. Nuevo Diario habló con el creador de "Mabel & Rubén".
—¿Qué se puede contar sobre tu encuentro con Cristina?
—Fue un encuentro muy emotivo, sobre todo porque la visité junto a mi hija Dorotea. Doro, apenas la saludó, se largó a llorar de emoción, y Cristina la abrazó con mucha ternura. Fue muy dulce. Tomamos un té, charlamos un rato largo sobre dibujo, política e historia. Nos preguntó si no nos molestaba que saliera al balcón a saludar. ¡Claro que no, será un placer verte hacerlo! Abrió las dos hojas de la puerta ventana y entró de golpe el clamor de la gente. Recordé la frase de "Gatica", en la peli de (Leonardo) Favio: "¡Cómo ruge la leonera, general!". Saludó desde los tres balcones; la gente cantaba, gritaba, lanzaba besos al cielo, era una fiesta. Y ella saludaba y bailaba con el pueblo. Luego, se sentó nuevamente a la mesa con nosotros y seguimos conversando. Terminó su té en una taza con una ilustración de Evita, nos sacamos unas fotos (NdeR: Dorotea quería una sin llorar), colgó el cuadro que le llevé de regalo al lado de otro mío que le di hace unos años y nos despedimos. Un honor poder compartir ese rato con semejante estadista, semejante mujer. Esa media hora quedará siempre en la memoria de mi hija y, sin dudas, será de esos recuerdos que reafirman convicciones ideológicas a lo largo del tiempo.
—¿Qué te llevó a movilizarte el miércoles pasado?
—Me movilicé para apoyar a Cristina. Primero intentaron matarla para detenerla. Ahora la detuvieron para intentar matarla políticamente. El tiro les salió por la culata. Despertaron a un gigante, al descamisado gigante como el de las pinturas de Santoro, que es el peronismo. El pueblo está reaccionando. Y Cristina, que ya era grande; ahora es gigante.
—¿Qué significa Cristina en tu vida?
—Néstor (Kirchner) y Cristina son nuestro Perón y Evita. Cada uno de ellos es el Perón y Evita de mi generación. Revivieron al peronismo y defendieron sus tres banderas.
—¿El contexto que vive el país te ha dado más ideas para llevar adelante en tu trabajo?
—En tiempos de crisis, el humor se vuelve indispensable. Tanto para ejercer la crítica como para aliviar el dolor.
—El humor gráfico, a pesar de que las noticias no sean las mejores, si se quiere, ¿sigue siendo humor?
—El humor es siempre humor, tenga el color que tenga. A veces se oscurece más, a veces se torna más blanco, más ingenuo, pero siempre es humor. Siempre trafica, en la risa, alguna reflexión. El humor es lo que dice, pero también lo que sugiere. El humor gráfico que me interesa es el que mueve a la risa, a la reflexión y a la emoción.
—El psicoanálisis está muy presente en tus dibujos… ¿Mandarías al presidente Javier Milei al diván?
¡Tendría que aceptarlo el psicoanalista! (risas). Los buenos analistas no atienden canallas.