Marcelo Fernández, presidente de Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), se mostró ayer “con una gran preocupación por la baja de la actividad”, en diálogo con el equipo de Nuevo Diario.
“La baja del consumo y la producción; la pérdida del salario con respecto a la inflación, que si bien se está tratando de corregir todavía viene atrasada y lo vemos en el consumo interno; nos ocupa y nos preocupa”, contextualizó.
Fernández señaló que los productores locales no aumentan sus precios debido a que están “a la baja”. “Encima, tenemos que combatir contra lo importado”, agregó.
El presidente de CGERA arribó a Santiago del Estero con el objetivo de reunirse con Gerardo Zamora, gobernador de la Provincia, ministros, empresarios y clientes.
“Estamos tratando de dialogar con funcionarios nacionales para construir un vínculo y llevarles inquietudes”, comentó, empero acusó que “sabemos que no nos van a proteger”.
“La palabra ‘protección’ no está dentro de su diccionario, tampoco está el regular las exportaciones, sino el permitir importación y la baja de arancel”, arremetió.
El presidente, que comparó lo sucedido con la década del 90, llamó a “discutir” con las autoridades “para saber cómo podemos hacer para que los sectores industriales manufactureros no desaparezcan o tengan crisis”.
“Es muy importante que el sector privado lleve propuestas al Gobierno que puedan favorecer la producción local y no favorecer solamente las importaciones, porque eso ya lo hemos vivido entre 2015 y 2019”, recordó.
Fernández hizo referencia a la convivencia entre el sector privado y el público en Santiago del Estero: “Hay una brecha que tiene un acuerdo, pese a las diferencias políticas: todos están por Santiago del Estero. Esto es un ejemplo que deberíamos llevar al país para que todos pensemos lo mejor para todos y no solamente para un sector”.
El presidente, por último, hizo un análisis de los primeros meses del Gobierno de Javier Milei: “Con los números que hemos tenido en los primeros dos cuatrimestres, son aplazos. Uno siente que ni sacándose un 10 no se lleva la materia a marzo. Los números son muy complicados”.