Tras la terrible noticia del fallecimiento de Jorge Rosemberg, una íntima amiga le brindó una sentida despedida por medio de un posteo en la red social facebook.
"Mis amigos de allá, del pago, me mandan mensajes, lo hacen con delicadeza. Me cuentan que te has ido hoy: otro síntoma de la vocación de oquedad que tiene el mundo últimamente y otro síntoma de tu picardía. Te has ido nomás y así, sin despedirte, sin confirmar que me has dejado ese libro de recetas que tenías bajo siete llaves en el mueble de enfrente a tu escritorio y que te he pedido que me heredes.
Igual, me quedo con algunas “macanitas”, unas pocas cositas, pequeñas pero fulgurantes, como las luciérnagas: la pegajosa tarde en que, al mismo tiempo, confesábamos nuestra afiliación y devoción por la aliteración en la oración del remanso: “soy de la orilla brava, del agua turbia y la correntada, que baja hermosa por su barrosa profundidad”( ¡qué párvulos! a las carcajadas repitiendo las metáforas); tu enfático vocativo “niña” y entonces, una no sabia si trataba de un enunciado de rigor o de cariño; y este pequeño papelito, donde me escribiste “Ana” en hebreo y éramos el gigante y la niña, hablando de nuestro Santiago en tiempo pasado y forjando una amistad eterna. Hasta siempre y hasta pronto, amigo de mi alma, Jorge Rosenberg" .
Estas fueron las palabras que escogió la colega y amiga del fallecido para expresar su gran pesar por la perdida.