Juan Izquierdo, futbolista de 27 años que se desempeñaba en Nacional de Montevideo (Uruguay), murió el martes a la noche tras haber sufrido el jueves pasado una arritmia cardíaca en pleno partido disputado ante San Pablo, por la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores de América, en Brasil.
El equipo de Nuevo Diario, a propósito de esta noticia, se contactó con César Abregú, cardiólogo y médico de Central Córdoba. “Se dice que el corazón tiene arritmia cuando está fuera de ritmo. Puede ser cuando está por arriba de las pulsaciones normales (taquicardia) o por abajo (bradicardia o bradiarritmia)”, introdujo.
Abregú, quien explicó que las arritmias se producen “por una vía accesoria, por algún problema congénito o por consumo de algún fármaco”, recomendó realizarse estudios cardiológicos, además de llevar “una dieta baja en grasas, actividad física de regular a mediana intensidad, consumo de agua de lunes a viernes y control del peso”.
El médico, en el caso de los deportistas amateur, sugirió: “Siempre, antes de hacer alguna actividad, hay que hacerse un electrocardiograma o una ergometría”, sobre todo a “la gente grande, que no tiene las mismas condiciones físicas que un atleta o un chico joven que entrena todos los días y hace la vida de un jugador profesional”.
Desde el Hospital Israelita Albert Einstein, situado en la ciudad de San Pablo y donde Izquierdo estuvo internado durante cinco días, informaron que el defensor uruguayo falleció “como consecuencia de una muerte encefálica tras una parada cardiorrespiratoria asociada a una arritmia”.
Abregú precisó las señales a las que las personas deben prestarle atención: “Falta de aire, dolor de pecho, palpitaciones, mareos o desmayos”.
Y cerró: “Hay que hacerse controles y no ir al médico solo cuando se está enfermo”.