
La comunidad de Santa Rita del barrio Ramos Taboada, perteneciente a la parroquia Cristo Rey, vivió una mañana especial ya que se llevó a cabo la misa de ordenación de diáconos permanentes de cuatro hermanos.
La celebración fue oficiada por monseñor Enrique Martínez Ossola y concelebrada por los padres Gastón Cuello, Luis Cruz y Hernán Oroná, con la presencia de diferentes comunidades, familiares y allegados de los ya diáconos Ramón Maldonado, Carlos Ariel Medina, Pedro Villalba y "Cacho" Trullenque.
Luego de su homilía el prelado expresó unas palabras: "Ministerio, servicio, entrega, todo eso celebramos en este día, lo que sentimos y hacemos, lo hacemos en el nombre de Dios, es por eso que la venida de nuestros hermanos aquí debe ser el consuelo de que Dios nos va preparando caminos de encuentro como servidores que anuncian la Palabra y que lleven más adelante ese servicio a la Iglesia. Ya la Arquidiócesis de Santiago tuvo experiencia de diáconos casados, se fue perdiendo, pero con esto lo estamos recuperando y tenemos la fe de que seguirá siendo así".
"Santa Rita es patrona de los imposibles, para Dios nada es imposible, por eso Santa Rita nos recuerda eso, y en este caso nos ayudará a construir esa vida nueva, la Iglesia Nueva para recibir a estos diáconos y sus familias".
Crecimiento en la fe
Por su parte el padre Gastón Cuello, representante de Cristo Rey, parroquia a la que pertenece la capilla, destacó la importancia que tiene para la Iglesia esta ordenación y cómo las familias podrán seguir este ejemplo: "Lo lindo es que aquí estos hermanos fueron formándose, haciendo un camino de fe, entonces esto nos ayuda a que podamos dar testimonio a la comunidad de que otros hermanos también puedan seguir este mismo camino, porque son los únicos 4 de aquí de La Banda que se prepararon en este camino, ahora gracias a esta escuela de Ministerio".
"Esto marca el crecimiento en la fe de cada comunidad, porque el diácono permanente sirve él junto con su familia. Qué mejor testimonio para otros laicos que no saben de qué manera prestar un servicio, con su familia pueden hacerlo, los acogen con mucha alegría".
Asimismo, comentó que el diácono permanente puede casar y bautizar, "qué importante estas dos cosas, bautizar es traer a un nuevo hermano a la Iglesia, nos convertimos en hijos de Dios, y el matrimonio es consolidar el amor de dos personas para que puedan seguir dando testimonio del amor de Dios en su pueblo, entonces el diácono con su entrega, vocación y servicio ayuda a que la Iglesia vaya creciendo".
Luego de la misa los presentes compartieron un almuerzo a la canasta en las instalaciones de la capilla para celebrar a los recientemente ordenados, quienes disfrutaron del momento junto a sus familias.