Este lunes, en una ceremonia cargada de emoción y significado religioso, se realizó en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires la sesión de clausura del proceso diocesano de beatificación y canonización de monseñor Jorge Gottau, reconocido por su extensa labor pastoral, social y misionera en la diócesis de Añatuya, Santiago del Estero.
El acto fue presidido por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, quien encabezó el juramento de quienes estuvieron a cargo del proceso de investigación del Siervo de Dios, como se denomina canónicamente a aquellos cuya causa ha sido abierta por la Iglesia. Durante la sesión, se procedió al sellado de toda la documentación recolectada, que será posteriormente enviada a Italia, donde continuará su análisis en la Congregación para las Causas de los Santos, en el Vaticano.
Una figura emblemática para Santiago del Estero
Monseñor Jorge Gottau fue el primer obispo de la diócesis de Añatuya, creada en 1961, y se destacó por su compromiso con las comunidades más postergadas del norte santiagueño. A lo largo de su ministerio, impulsó centros educativos, escuelas, espacios de formación y programas sociales, con un enfoque pastoral que trascendía lo estrictamente religioso.
Acompañamiento institucional y comunitario
La ceremonia contó con la presencia de autoridades provinciales, municipales, académicas y eclesiásticas, entre ellas el gobernador Gerardo Zamora, quien participó junto a otros intendentes y funcionarios santiagueños, así como representantes de distintas diócesis del país.
La significativa participación de fieles provenientes de Añatuya, Monte Quemado, la ciudad Capital y otras regiones evidencia el profundo afecto y reconocimiento que monseñor Gottau dejó en generaciones de santiagueños.
Con el cierre de esta etapa, la causa entra ahora en su fase romana, donde se evaluará, entre otros aspectos, la existencia de un milagro atribuido a su intercesión, requisito para su beatificación. Mientras tanto, su legado continúa vivo en las comunidades que acompañó con fe, compromiso y profunda entrega al prójimo.Histórico: el proceso de beatificación de monseñor Gottau fue sellado y enviado a Roma. pic.twitter.com/nj4pylgFDq
— Nuevo Diario Web (@nuevodiarioweb) May 19, 2025
"Un gato para el padre de los humildes”: la música homenajeó a monseñor Jorge Gottau en la Catedral Metropolitana
Durante la emotiva ceremonia en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, la música tuvo un espacio especial con la interpretación de un gato santiagueño titulado “Al padre de los humildes”, compuesto por Daniel Reynoso y Leo “Tity” Reynoso, conocidos como Los Hermanos Reynoso. La canción, cargada de sentimiento y profunda gratitud, fue dedicada al legado del Siervo de Dios Jorge Gottau, primer obispo de Añatuya, figura clave en la vida religiosa y social del norte santiagueño. A través de su letra, el tema pintó con versos el andar incansable del obispo alemán que se convirtió en símbolo de entrega y amor por los más pobres.Un canto nacido del pueblo
“Este gato que canta mi pueblo / tan solo es para nombrar / a un paisano que llegó a mi tierra / con un acento alemán”, comienza la canción, que rápidamente traza la imagen de un hombre que, habiendo nacido lejos, se hizo parte del monte santiagueño por vocación y por amor. En cada estrofa, el canto rinde homenaje a su incansable labor misionera, su cercanía con los pobres, los niños y los olvidados, y su trabajo para llevar consuelo, educación y esperanza a regiones postergadas. “Por sus ovejas vida dio / como lo hace un buen pastor”, recita con emoción uno de los versos más significativos."Un gato para el padre de los humildes”: el homenaje a monseñor Gottau en Buenos Aires. pic.twitter.com/g5sxWpRbCA
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Letra completa:
Este gato que canta mi pueblo
Tan solo es para nombrar
A un paisano que llegó a mi tierra
Con un acento alemán
Se llamó Jorge Gottau y se tuvo que marchar
Caminos, montes recorrió
Tan solo por brindar amor
Por sus ovejas vida dio
Cómo lo hace un buen pastor
Los caminos más largos se hacían
Polvareda, viento y sol
A cada pueblo que él llegó
Siempre les dio su bendición
A pobres, niños sin amor
Siempre una mano le tendió
Dicen que su almita anda rondando
A san José del boquerón
De monte quemado hasta Añatuya
Este gato se escuchó
Es porque a todos nuestros hermanos
Lo ha dejado un gran señor
A los fieles de la candelaria se le escapa la emoción
Por muchos años los cuidó
Pidiendo ayuda para dar
Hogar, escuela, abrigo y pan
Colegio, iglesia y mucho más
Y con la colecta más por menos
Con nosotros quedará
Con gran esfuerzo consiguió
Llevar a cristo hasta el altar
De cada pobre humilde que
Miró en su gesto su bondad
El pueblo no ha quedado tan triste
Les dejó su corazón