En esta edición, seguimos conociendo santiagueños que viven en diferentes partes del mundo. En esta oportunidad, Nuevo Diario tuvo la dicha de dialogar con Matías Rojas, un peluquero santiagueño que vive en París (Francia) junto a su familia desde hace un año y medio, y ve crecer su carrera cada día más.
Matías, emocionado contó a Nuevo Diario: “Yo vine a competir en el mundial de peluquería representando a Argentina en 2022 y salí 5º a nivel mundial. Y allí pude ver un poco la ciudad y en 2023 decidí venir a París a vivir y a quedarme para seguir creciendo tanto personal, familiar y profesionalmente, ya que Francia es la ciudad de la moda y tendencia y es aquí de donde salieron los primeros pioneros de la peluquería”.
La suerte de “Mati” cambió por completo, pues al empezar a transitar su vida en Francia, tuvo la suerte de conocer a Messi y a Antonella Roccuzzo, algo que hizo que su vida diera un giro por completo.
Matías sigue contando cómo fue su trascendencia “actualmente pude seguir creciendo cortando el pelo a artistas y deportistas reconocidos en Francia, Hace poco pude trabajar en la imagen del equipo de Francia de rugby, y que ellos me eligieran a mí es un regalo de Dios al esfuerzo que vengo haciendo”.
Lo que marcó su vida, no solamente fue conocer al campeón del mundo, sino también a Antoine Dupont.
Actualmente, el deportista más importante que tiene Francia y que ganó la medalla dorada en los juegos olímpicos y actualmente es el mejor jugador en el mundo rugby, de quien destacó: “Me emociona vivir estos momentos tan lindos acá, no me quedo quieto, sigo capacitándome y armando más cosas, pude trabajar con Los Pumas en el Mundial de Rugby con los Springboks y los All Blacks”.
Pero “Mati” volvió el tiempo atrás para recordar cuáles fueron sus raíces: “Me crié en Salavina hasta los 10 años, y luego me fui a vivir a Loreto, desde joven me capacité en Santiago del Estero, hasta que me gustó vivir en Francia por todo lo que aprendí”.
Con el tiempo, a pesar de que le costó aprender el lenguaje francés, pudo entenderlo para poder llevar una vida en donde hoy está, pero a pesar de haber sido un poco difícil sobrellevar una vida fuera de su provincia natal, se tuvo que acostumbrar a otras costumbres y así poder llevar a su familia a vivir con él.
“Mi hermano vive en Francia también, tiene su local de comidas santiagueñas que le va muy bien, pudimos crecer de manera personal y profesional”.
Su próximo paso es brindar al año entrante una master class en París junto a otro argentino para seguir creciendo en el rubro, “es una capacitación para profesionales franceses, es único en esta ciudad que un santiagueño brinde esta capacitación y cuando lo preparo me emociono, para una persona que viene de abajo, como en mi caso, que vengo desde Salavina, es algo muy grande realmente, representar a mi país y más precisamente a mi provincia, que de seguro mis padres se deben sentir orgullosos allá en Santiago todo lo que me vengo proponiendo en Francia”.
La suerte de Matías cambió no solo cuando arribó a la ciudad de la moda, sino cuando llevó a su familia para acompañarlo y seguir creciendo juntos, un sueño más que pudo cumplir, gracias a los sueños que no lograba soltar, desde joven cuando comenzó a encarar este prestigioso anhelo para su vida personal y para su familia en general.
“Me resultó difícil adaptarme, pero Dios me daba señales que debía quedarme”
Para este peluquero, suelto en la ciudad de la moda, no fue fácil sus comienzos, pues, le costó aprender otros idiomas “no es fácil, no sabía hablar inglés ni francés, hasta que tuve que aprender. No poder comunicarme era una barrera enorme, pensaba en volverme, no la pasé bien, luego Dios me daba señales que me decía quédate, y así fue, hasta el día de hoy sigo yendo a clases de francés para poder hablar mejor”.
A pesar de sus seis horas de clases de francés, sigue capacitándose a la vez en técnicas de peluquería y moda.
Pero al hablar de su provincia natal, “Mati” se emociona “escuchar una chacarera, una guaracha, recordar mi pagos y sus viejas costumbres, es algo que me emociona, pienso que volveré en algún momento a visitar, me doy cuenta de que nuestra provincia tiene muchísimas cosas lindas, no hay nada más lindo que mi Santiago querido, los domingos de asado y familia, los mates, las empanadas, el calor de la familia, aquí en Europa es bello y la gente es buena, pero nada se compara con lo bello que tiene Santiago del Estero”.
Cuando se cuenta que hay un santiagueño en otro país, el recibimiento es grande y cálido, “me preguntan de todo, hasta de cómo se hace una comida, qué costumbres tenemos, eso es lo lindo del santiagueño, somos bien recibimos y bien hablados”.
Para saber de su vuelta, “Mati” cuenta que habría posibilidad, pero es dudoso volver para quedarse, ya que su trabajo le lleva tiempo, “hasta me tuve que hacer tiempo para contarles un poquito sobre este lugar y lo que hago, de ahí llévate”.
Matías cerró con palabras que solamente dan emoción: “Nada que no me olvido de mis raíces y que extraño mucho a mi familia en Argentina y que sé que mis papás están orgullosos de mí y que no es fácil volver, espero volver pronto a mi casa, a mi barrio y abrazarlos a todos”.
Así fue esta historia de un santiagueño suelto por Francia, como tantos santiagueños que quieren destacar lo bello de su provincia y contar cuánto extrañan a sus seres queridos y desean volver para recordar su infancia, experiencias vividas y mucho más.