
Esteban Brizuela y René Galván, ambos historiadores, presentarán el miércoles 2 de octubre, a las 19, su libro: “Breve historia de Santiago del Estero (1810 - 2020)”, en el salón auditorio del Centro Cultural del Bicentenario.
El equipo de Nuevo Diario dialogó con los licenciados, quienes hablaron sobre su nueva obra, los desafíos que tuvieron a la hora de sintetizar más de 200 años en 140 páginas, la importancia de abordar la historia para generar “sentido de pertenencia” en la sociedad santiagueña, los estudiantes, entre otros temas.
- ¿Cómo nace “Breve historia de Santiago del Estero (1810 - 2020)”?
- Brizuela (B): Hace diez años que venimos trabajando la temática de divulgación histórica, pensando siempre en la historia de Santiago del Estero. Hemos escrito varios trabajos juntos, pero este último es una breve historia de Santiago del Estero. Un trabajo que responde a la pregunta: “¿Cómo contar la historia de manera sintética y dando cuenta de los avances que se han hecho en los últimos años con respecto a la investigación histórica?”.
- Galván (G): En 2015 hemos lanzado un proyecto de divulgación histórica, que tenía el objetivo de difundir la historia de Santiago del Estero porque entendíamos que era algo necesario. La idea era presentar una historia panorámica, que muestre lo que ha sido la faceta de Santiago del Estero desde lo político, lo económico, lo social y lo cultural, teniendo en cuenta los distintos aportes e investigaciones historiográficas.
- ¿Es posible hacer una breve historia de Santiago del Estero? Tantos años, tantos hechos...
- B: Obviamente, para hacer una historia breve, tienes que dejar muchas cosas fuera. Ha sido todo un desafío. Teníamos, esto hay que decirlo, un trabajo previo, que es la publicación de 2018 de un manual que se llamaba “200 años de historia. Santiago del Estero (1810 - 2010)”, que tomaba siglos XIX y XX y principios del XXI, pero ese trabajo estaba destinado al Nivel Secundario. Ahí teníamos una base, pero queríamos hacer algo destinado a un público amplio y que no sea solamente un manual para estudiantes del Nivel Secundario, sino algo que pudiera interesarle a cualquier ciudadano con cierta curiosidad histórica. En base a esa edición, hemos hecho el trabajo de recorte para lograr plasmar en ocho capítulos una breve historia de Santiago que tome desde 1810 hasta 2020.
- René, dijiste que esto era “algo necesario”. ¿Por qué?
- G: La experiencia de trabajar en un colegio secundario nos decía que la historia que se enseñaba, y todavía enseña, es contada desde Buenos Aires. No había un texto, libro o manual que pudiera presentar los acontecimientos y procesos de Santiago del Estero. Entendíamos que estaba esa necesidad, y así surgió “200 años de historia”. Y para bien de la educación de nuestros alumnos del Nivel Secundario, la Provincia, hace un par de años, empezó a implementar el nuevo diseño curricular jurisdiccional de Santiago del Estero; es decir, que toda la estructura curricular de la educación secundaria se modifica: hay materias que cambian su nombre, aumento de horas en algunas disciplinas, y entre ellas, aparece la materia Historia Local y Regional.
- También se van a sentir más identificados...
- R: Es la necesidad de contar o difundir nuestra historia pensando en que lo más cercano siempre es lo más significativo. Es decir, para el estudiante de secundaria siempre va a ser más significativa la cancha de Central Córdoba que la de un club de Buenos Aires; siempre va a ser más significativo hablar de episodios que han sucedido en nuestra plaza Libertad, porque la transitan, la caminan, que hablar de Plaza de Mayo.
- B: A veces, lo próximo también es lo más desconocido. Pasa que uno camina por la ciudad y no mira determinados edificios, hasta que viene alguien de afuera y dice: “Mirá esa arquitectura”.
- ¿Y por qué pasa eso?
- B: Uno no se identifica con lo que no conoce. El libro contribuye a reforzar nuestra identidad: saber quiénes somos, cómo han sido los procesos que nos han llevado a ser lo que somos en la actualidad. Quienes enseñamos Historia estamos convencidos de la necesidad de conocer el pasado para encontrar las coordenadas para entender el presente. Hoy se vive una especie de mundo presentista, como lo llaman algunos autores, donde todo ocurre de manera vertiginosa, inmediata, y los acontecimientos nos llevan puesto y pareciera que no hay un tiempo para parar la pelota y decir: “¿Cómo hemos llegado a esto?”.
- R: La historia es el relato de los principales conflictos que atraviesan las sociedades. La historia de Santiago nos sirve para entender que los conflictos que hubo hace 200 años son, más o menos, los mismos que ahora, solo que cambian algunos actores y los contextos en los que suceden. La cuestión estructural, pero lo que está de fondo sigue siendo lo mismo. Es importante mostrar que la historia de Santiago del Estero tiene sus conflictos y, posiblemente, los tenga siempre. El aporte es ese: mostrar cuáles son sus conflictos y cuáles han sido las formas en las que la sociedad santiagueña los han resuelto.
- ¿Notan que los estudiantes se interesan en la historia?
- E: Suele pasar que en la escuela, sobre todo con la cuestión de la fechas: todos los años hablando, más o menos, de lo mismo. Ahora, cuando se le busca una vuelta de rosca o cuando se empiezan a abordar temáticas y figuras a nivel local, quizás desconocidas, se les despierta un poquito la curiosidad. Uno tiene el lastre, si se quiere, de decir: “Historia como una materia aburrida: algo que ya está escrito, que pasó hace 200 años, ¿para qué quiero saber?”. Bueno, ahí está el desafío de despertar, lo más difícil que hay, que es el deseo de aprender y convencerlos de que la historia es importante para entender lo que nos rodea.
R: Es clave, también, la cuestión de romper con tratar solo la historia política. Las efemérides que tenemos dentro de nuestro calendario nacional y provincial, por lo general, son basadas en aspectos políticos tomando fechas de muertes o procesos en los que intervienen varones con poder. Cuando uno trata de entrar a aspectos de la historia social, cultural o deportiva, ahí hace que sea un poco más interesante para los estudiantes.
Sobre el cierre de la entrevistas, ambos historiadores destacaron que varios santiagueños que viven fuera de la provincia o, incluso, del país, compraron el ejemplar en la preventa. “Ya sea porque les interesa genuinamente la historia de Santiago el Estero de manera resumida o por el fetiche de tener un pedacito de Santiago del Estero en su biblioteca, se han empezado a contactar con la editorial (Bellas Alas) para tenerlo”, analizó Galván, mientras que Brizuela se esperanzó con que “pueda ser un material que a los santiagueños nos invite y ayude a conocer nuestro pasado”.