La parsimonia habitual de La Banda se vio alterada por un procedimiento municipal de desalojo, en avenida Besares y San Carlos, que se transformó en una escena de trompadas e insultos ante la mirada estupefacta de los transeúntes. Personal municipal y particulares interesados en el local comercial motivo del proceder del Municipio fueron los protagonistas de una escena de violencia en la que no faltaron los insultos en contra de la administración bandeña y el propio intendente y los golpes de puño.
Fuera de toda racionalidad, el episodio tuvo fin por decantación propia al retirarse los funcionarios y empleados del Municipio del lugar mientras los propietarios o administradores del local (que aparentemente habría funcionado como un bar hasta esta semana) los conminaban a grito vivo a no regresar más.