Durante el programa de ayer “Actualidad Política”, que se emite de lunes a viernes al mediodía por Radio LV11, estuvo como invitado especial el vicepresidente segundo del Superior Tribunal de Justicia de la provincia, Dr. Eduardo Llugdar. Donde reflexionó e hizo referencia a la Justicia penal juvenil en la actualidad y sobre una capacitación que se desarrollará dentro de unos días.
Primeramente, explicó que esta disertación en la cual participará el próximo 28 de agosto, la temática será Enfoque diferenciado sobre Infancia y Adolescencia: abordajes sociales y jurídicos.
“No es inocente que haya sido una cuestión dentro de un marco de un curso que era para buscar la especialización de los operadores jurídicos dentro de la especialidad que deben tener, dentro del sistema de justicia penal juvenil. Pero no solamente hemos querido mirar desde la parte exclusivamente penal, sino de la vulnerabilidad del colectivo de la infancia. Y esto tiene mucho que ver con el editorial que hicieron ustedes, porque se trata de cuestiones de dignidad humana más que de colectivos específicos. Practicamente esas conductas negacionistas generan una negación de derechos”, planteó.
“Muchas veces han querido instalar, determinados sectores, que la filosofía es una cosa de pérdida de tiempo. La filosofía nunca es una pérdida de tiempo, sino ha sido toda una política de alentar que la gente piense con sentido crítico. Porque los derechos humanos, que toda a las infancias, a las personas mayores, están fundados en esa protección de esa dignidad humana”, añadió.
Sectores vulnerables
En la misma entrevista, durante el programa de “Actualidad Política”, Llugdar siguió: “Si a los niños no les respetamos esos derechos que ya están reconocidos y vamos reconociendo, porque el Estado no concede derechos, sino que reconoce derechos que tienen las personas por sobre el hecho de ser humanos. Esa es la dignidad humana. Si no reconocen las circunstancias de vulnerabilidad, las situaciones de vulnerabilidad de ciertas dignidades, de personas mayores, de jubilados, de niños, los ponemos en el medio. Ponemos como medio, como si fuéramos esclavos, a los que deberían tener sus derechos”.
“Además, en un país donde dice la Constitución nacional que es norma constitucional, tiene la misma jerarquía que cualquier otros artículo de la Constitución, con respecto al respeto de los derechos de las infancias. Parecería que quisiéramos ver sesgadamente la Constitución, que un artículo tiene mucho valor que otro y no es así. Las cuestiones de niñez y adolescencia no ameritan retardos”, subrayó.
Alcances
Además, también agregó: “El Comité de los derechos del niño dice que los países que ya tienen una edad mayor entre 15 y 16 años, no deben bajarla. Ni las leyes, ni los jueces están para hacer venganza, ante los ojos de la Justicia, las cosas como son”.
“En esta parte que hemos querido sociabilizar el curso que vamos a brindar, en una clara interacción con la gente, se ha tratado de plantear un abordaje integral desde distintos puntos. Si volvemos para atrás, no solucionamos nada, lo que se necesita es restauración y para eso debe trabajar la justicia y el Estado”, sostuvo.
A su vez, explicó: “Si hablamos de estadísticas, en la provincia de Buenos Aires que es donde mayores actos de delincuencia hay, se calcula que es menos del 2% donde están involucrados los menores de 17 y 16 años. La sociedad está asustada por la inseguridad, pero lo que se debe buscar es que ese joven, que puede pasar entre 15 y 20 años encerrados o encarcelados, participe de manera activa en su sociedad. Que se sienta parte de su comunidad, en vínculo sólido con otros. Entonces este chico, la única vida desde temprana edad, es la vida de la criminalidad, por eso hay que mostrarle qué otra realidad existe, y cuál es la vida que puede tener. Esos niños que fueron encerrados por crímenes, son aún peores que los criminales adultos, porque salen sin futuro, sin expectativa alguna”.
“En cambio, lo que la justicia busca es que como última instancia se los prive de libertad a estos menores. Pero si se los priva de libertad, sea con flexibilidades. Porque tendría que utilizar un aparato interdisciplinario que trabaje con ese joven o niño, para hacerle comprender la criminalidad de sus actos, que haya un sincero arrepentimiento. Y se los pueda excarcelar, y luego se les pueda hacer un seguimiento. Y eso es responsabilidad del Estado”, concluyó.