“Traslados”, la película sobre los vuelos de la muerte que dirigió Nicolás Gil Lavedra, será proyectada hoy, a las 17, en el Fórum Centro de Convenciones.
El equipo de Nuevo Diario habló con Gil Lavedra, quien consideró que el film es “súper importante” y “necesario” en “este contexto tan complejo que estamos viviendo en democracia”.
“Proyectar esta película, gratuita y para la gente, es un acto que sirve para generar memoria colectiva y para que las nuevas generaciones sepan lo que nos pasó”, expresó.
Los vuelos de la muerte fue una metodología usada para asesinar y desaparecer los cuerpos de las víctimas de la última dictadura militar.
“Hablar de esto, ahora, es generar memoria, y eso es invaluable”, reiteró.
El director, tras ser consultado por el valor de la memoria, respondió: “Es lo que nos permite avanzar: sin memoria no podemos tener ni presente ni futuro”.
En rigor, uno de los objetivos de “Traslados” es que “podamos entender cómo es la construcción de la memoria y cómo como sociedad tendemos a repetir determinadas cosas”.
“Ojalá la gente se lleve una pieza más del rompecabezas de lo que fue nuestra historia para que no se repita nunca más”, auguró.
En el marco de su investigación para el documental, el guionista comentó que el hecho que más lo “marcó” fue la desaparición y muerte de un joven de 15 años, cuyo cuerpo apareció en la costa de Montevideo, Uruguay.
“Cuando uno se va metiendo en estos temas, es muy violento. Oscuridad. No tenían límites ni con chicos ni con mujeres. En ningún momento hay un arrepentimiento, y eso es muy doloroso para la sociedad. Las luchas de los organismos fue muy grande, y por eso, les debemos muchísimo”, destacó.
Desguace del Incaa
Gil Lavedra también se refirió a la situación del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).
“Estoy preocupado y en alerta. Entiendo que todo organismo es mejorable, y el Incaa, por supuesto, también”, introdujo.
El director señaló que, “una de las primeras cosas que hay que hacer” es “trabajar en las audiencias” para que “más gente se acerque a las salas a ver cine argentino”, porque “es un cine de calidad”.
“Hay muy poca escucha y cada vez menos películas. Si uno no cuenta con el apoyo de una gran plataforma, es muy difícil hacer cine porque es muy caro. En alerta, también, porque el año que viene no sé cuántas películas argentinas se van a estrenar y lo mismo los años subsiguientes. Ojalá que pueda reactivarse el Incaa y que se vuelva a producir”, reclamó.
Manuel Adorni, vocero presidencial, publicó en agosto de este año una información que decía que el Inca, en 2023, financió más de 100 películas que tuvieron menos 1.000 espectadores: 12 filmes no llegaron a las 100 personas, una a cinco y otra a cuatro personas.
El guionista recogió el guante: “Los datos que dan se contradicen con los mismos datos que están en la página del Incaa. Esas mismas películas que habían nombrado agotaron salas y recibieron premios en festivales internacionales. Hay algo de desinformación o de la mala información que tiene que ver con el estilo de comunicación de este Gobierno, que es más para tribuna. Duele ver el ataque constante a la cultura y a la industria, pero hay que resistir y seguir haciendo, como podamos, películas”, manifestó.