A través de esta sección iremos compartiendo cada semana diferentes experiencias personales, contadas en primera persona, que nos relatan distintas "aventuras", de quienes han emprendido el viaje con las sensaciones y las emociones encontradas, apretadas junto a la ilusión en el equipaje de la vida.
Por supuesto que el mundo guarda experiencias que pueden resultar maravillosas, educativas, aleccionadoras o tal vez conmovedoras. Lo cierto es que esto solo se puede averiguar de modo vivencial, yendo a los lugares que llaman la atención, que fascinan, atraen o prometen, para poder, de alguna manera, hacer la experiencia.
En esta ocasión hablamos con Roque López, un joven que sintió la necesidad de ponerse en marcha y llegar a donde sus sueños lo llevaran. Un santiagueño que se animó a una aventura que nunca es fácil, la de alejarse del lugar que a uno lo identifica, para tal vez darle forma a una nueva vida, con logros y desafíos diferentes.
"Mi nombre es Roque "Tuky" López. Yo soy de los pagos del mistol, donde quema mucho el sol… Nací el 9 de mayo en Santiago del Estero, Capital. Viví allí durante 25 años, rodeado de la gente más criolla, como en el barrio 8 de abril", destacó en principio Roque.
En el mismo sentido y con respecto a lo que lo impulsó a tomar la decisión de viajar, Roque conectó con las poesías ancestrales que son una marca registrada de los santiagueños y que muchas veces componen la banda sonora de sus vidas: "Hace 15 años dejé mi tierra cantora por conocer otros pagos. Voy andando los caminos, pero mi alma está en Santiago; sin embargo, en mi mochila cargué todos mis sueños y me fui a Bogotá, Colombia, lagrimeando y con mis deseos de siempre volver".
Roque además relata la experiencia de llegar a un nuevo lugar y adaptarse para seguir haciendo su propio camino: "Desde lejos he llegao', de la tierra del mistol, estoy quemao' por el sol y curtido por los vientos; todo esto me ayuda a adaptarme en el exterior". Allí encontré una sociedad llena de protocolos, con una amabilidad a veces superficial y, en ocasiones, sin saber cómo tratar al foráneo; sin embargo, me fui haciendo camino al andar, adaptándome a nuevas costumbres, como comer frutas tropicales, comidas diferentes. Llegar de visitante a un nuevo lugar siempre plantea desafíos y, por supuesto, terrenos que uno desconoce, pero es necesario poder armarse y seguir para adelante".
Nunca es sencillo dar este tipo de pasos, pero siempre es posible hacerlo. Aun cuando las complicaciones de la adaptación y el desconocimiento del nuevo lugar imponen reorganizarse socialmente, estando lejos, los principales inconvenientes que encontré fueron los trámites para legalizar mis documentos y, detrás de ellos, las dificultades laborales. Además, estaba el constante anhelo de lo que dejaba atrás, como los amigos, las juntadas, las guitarreadas, comidas como el chipaco, los moroncitos, rosquetes, los sanguches de milanesa, lomitos, panchuker, entre otras tantas cosas".
En consonancia con este punto, agregó "Tuky" López: "A pesar de todo, siempre me consideró una persona de fácil adaptación, por lo que busqué maneras de superar esos obstáculos y seguir adelante".
Por otra parte, en referencia a lo que más le gusta del lugar donde vive actualmente, ha demostrado: "Aquí donde estoy me encanta el clima; para mí no hace ni frío ni calor, la temperatura ronda entre los 12 y 20 grados todo el año. Me gusta la playa, el mar, los paisajes. Lo que más me sorprenderá acá donde vivo es que oscurece a las 5 de la tarde; eso sucede todo el año, la cantidad de frutas y vegetales que allá no hay, como la papaya, el lulo, entre otros.
Roque tiene muchas razones para encontrarse satisfecho con su presente; uno de los motivos lo conforma su familia: "Hoy acá tengo una hermosa familia conformada por mi esposa Sandra y mi hijita adorada Antonella, que dice ser argentina y santiagueña. Y como Santiago siempre nos está llamando, allá fuimos para que ellas y yo nos encontráramos con mi infancia y juntos poder correr como cuando era chango por el monte aquel, juntos besar la luna tan bella, esa luna que alumbra mi pago, que brilla con más esplendor y en nochecitas templadas, oyendo vidalas, alumbra mejor. Y abrazarme a mis amigos como si fuera ayer".
Para finalizar, Roque "Tuky" López reflexionó acerca de estar lejos y añorar la vuelta al pago. Luchando con la nostalgia para seguir adelante impulsando los sueños; "Santiago para mí es todo, allá me hice, y es parte de mi esencia". Por eso, por donde voy, llevo la chacarera, las guarachas, las empanadas y la gastronomía santiagueña. Santiago siempre será la ilusión de los que andamos lejos: volver un día de diciembre para sentir ese cálido abrazo, el calor de mi gente. Santiago del Estero es una bendición de Dios; si volviera a nacer, lo haría en el mismo lado".
La visión que tiene Roque sobre su presente y futuro está marcada por una dualidad enriquecedora. Por un lado, abraza las oportunidades y los afectos que ha encontrado en Colombia, construyendo una hermosa familia y adaptándose a un nuevo entorno. Por otro lado, mantiene intacto el anhelo de volver a Santiago, no como una negación de su presente, sino como una aspiración profunda a reconectar con las vivencias que lo formaron.
Su reflexión final, reafirmando su amor incondicional por su querido Santiago del Estero y su deseo de renacer en su tierra, encapsula una visión de la vida donde el origen es un faro constante y un destino anhelado.