Una joven de 21 años trabaja desde hace tiempo en un local comercial de la ciudad de Quimilí, departamento Mariano Moreno, donde cumple con distintas funciones, de acuerdo con las necesidades del momento del negocio. Es cajera y también repositora de productos, entre otras actividades.

La empleada de comercio expuso ante las autoridades policiales que el viernes, alrededor de las 10.30, su empleador le pidió que realizara la reposición de artículos en la zona de los lácteos.

Sin embargo, luego de terminar con la tarea asignada y se aprestaba a dirigirse a otro sector del local, fue sorprendida por el comerciante, quien se acercó por detrás y la manoseó en sus partes íntimas.

La joven se alejó rápidamente del lado del acusado y le cuestionó la reprochable actitud. Seguidamente, la víctima se trasladó hasta la Comisaría de la Mujer y la Familia Nº 9, donde realizó la denuncia y contó lo sucedido.

Los detalles del hecho fueron informados a las autoridades de la Unidad Fiscal de Abusos Sexuales y Delitos contra la Integridad Sexual, quienes ordenaron que se diera contención psicológica a la denunciante y se le activara el botón antipánico.

Asimismo, dispuso que se le recibiera testimonio a su compañera de trabajo como parte de la investigación.