Si de resiliencia y perseverancia se habla, Jimena Villalba a su corta de edad de 5 años dio el mejor ejemplo, ya que hace tan solo dos días regresó de Buenos Aires victoriosa tras un terrible cáncer.

Nuevo Diario visitó su hogar en el barrio Agua y Energía donde su mamá, Marisol Castillo Herrera contó la historia de la pequeña y cada paso que dieron hasta ganar la batalla.

“A los 4 años, en mayo, fue operada ya que le descubrieron que tenía tumor de Wilms, es un tumor en el riñón, esa primera intervención fue para sacarle un riñón aquí en Santiago, lamentablemente recayó en noviembre del año pasado por lo que fue trasladada al hospital Garrahan de Buenos Aires donde la volvieron a operar”, comenzó contando la joven madre, quien también sufrió en carne propia cada dolor y lágrima de su hija.

Pero no estaban solas, junto a ellas se encontraba el papá de Jimena, Santiago Villalba y a la distancia el resto de la familia, los vecinos y toda una ciudad apoyaron con oraciones y brindaron su granito de arena económicamente para que la pequeña vuelva a su casa.

Los días pasaron y hubo una nueva recaída, “fue en enero de este año, por lo que la operaron, tenía muchos tumores, y desde ahí fueron muchas quimioterapias y radioterapias, fue una lucha muy grande, la pasamos muy mal realmente, pero todo valió la pena por verla hoy nuevamente jugando aquí en el patio, yo puedo decir que la vida de mi hija es un milagro, pasamos 9 meses con ella internada, más de un año con quimioterapias”.

Una gran luchadora

Marisol destacó el valor de su pequeña en este terrible proceso, “ella jamás se quejó, sabía dónde estábamos, qué hacíamos, cómo actuar ante los médicos, además de ser un milagro nos dio una lección la verdad, en todo momento se portó con paciencia a pesar de su edad y madurez”.

Este año “Jime” egresará del jardín Patito Coletón al que asiste, por lo que la espera otro logro y un gran paso en su vida hacia la escuela primaria.

Mensaje especial

En pocas palabras a aquellas familias que pasan por una situación similar en la actualidad, Marisol dio su aliento: “Fuerzas a aquellas mamás, las que tenemos que estar en todo y para todo, somos las primeras que los niños esperan ver en estos casos y en esto hay que tener fuerzas, para Dios no hay nada imposible, orando y con fe, todo se puede, aunque los médicos nos den diagnósticos desalentadores que nos ha pasado, los milagros existen”. Finalmente, la mamá agradeció a todas las personas que aportaron su granito de arena, desde la Municipalidad de La Banda, el Gobierno de la Provincia y los vecinos realizaron beneficios para colaborar.