Una mujer de 56 años, quien se movilizaba en silla de ruedas por un problema motriz, era muy querida por sus vecinos de la Calle 66 al 1000 del barrio Ejército Argentino, del sector conocido como Los Pitufos, de la zona sur capitalina. Por eso llamó la atención de que no la vieran en el patio de la casa, especialmente en las primeras horas de la mañana. En las últimas jornadas también sintieron olores nauseabundos que se hicieron ayer más penetrantes y comprobaron que provenían de la casa de Sandra Campos. En consecuencia, llamaron a la Policía.

Tras escuchar a los vecinos, los efectivos de la Comisaría Nº 11 golpearon la puerta de la vivienda y los atendió el hijo de la mujer, de 35 años, quien padecería de esquizofrenia (personas que pierden el contacto con la realidad) . Le preguntaron por su madre y dijo que no estaba en la casa, que se había retirado hace varios días, sin brindar demasiados detalles. Sin embargo, la mujer, además de utilizar silla de ruedas, necesitaba la ayuda de otra persona para movilizarse.

Ante la sospecha que la dueña de casa podría estar en el interior y necesitar algún tipo de ayuda, se solicitó la autorización del hombre para ingresar. Él no se opuso y los uniformados realizaron un recorrido por las dependencias. En el comedor había dos sillas de ruedas y seguidamente encontraron el cuerpo de la mujer acostado en una cama y con signos de haber perdido la vida hace varios días. De acuerdo con las averiguaciones policiales, el hombre convivió con el cadáver de su madre durante las últimas jornadas.

La fiscal Fernanda Vittar ordenó que el hijo quedara aprehendido y que el cuerpo de la mujer fuera trasladado a la morgue para la autopsia, a fin de develar la causa del deceso. El hombre también sería sometido a estudios médicos.