El proyectil que acabó con la vida de Luciano Herrera tenía otro destino: un amigo del menor de 15 años, con quien los agresores tenían diferencias por un robo y rivalidad de barrios. El presunto homicida permanece prófugo, mientras que una familiar fue apresada en la causa.
Eran aproximadamente las 13.30 del jueves 19 de septiembre, cuando el adolescente conocido en el barrio Villa Griselda de La Banda como “Cushi”, se encontraba en una casa de calle Pueyrredón reunido con sus amigos. Hacía mucho calor y todos los vecinos se encontraban en la vereda.
En ese momento, de manera imprevista aparecieron dos menores a bordo de una motocicleta. Se trata de dos adolescentes de 14 y 16 años, residentes en el barrio Villa Inés. Los mismos, ese mismo día, en horas de la madrugada realizaron disparos en el barrio. Habrían amenazado a los vecinos, advirtiendo de esa manera que en cualquier momento iba a ocurrir una tragedia.
Para evitar problemas, Herrera y sus amigos decidieron retirarse del lugar. La víctima caminó hasta calle Buenos Aires, donde fue interceptada por el menor de 14 años, quien extrajo una “tumbera” de entre sus pertenencias. Según indicaron los testigos, el agresor “arrinconó” contra una pared a Herrera, para posteriormente, sin darle tiempo a defenderse, efectuarle un disparo a menos de 20 centímetros de distancia. El agresor se trenzó en lucha con un grupo de menores que divisaron el incidente. Fueron quienes le quitaron el arma de fuego de fabricación casera y la arrojaron en la calle, mientras que el homicida corría hacia una casa ubicada a una cuadra del lugar donde se produjo el hecho.
El asesino sabía que después del ataque iba a ser el blanco de la venganza de los amigos de Herrera y que, además, la Policía estaría detrás de sus pasos. El menor llegó a la casa de una familiar, adonde ingresó y le pidió ayuda.
Un testigo indicó a Nuevo Diario que “el asesino no quería salir de la casa, por lo que su familiar le dijo que se quedara tranquilo”. La mujer le habría solicitado a otro allegado que “lo llevara de la casa para evitar ataques”.
“Llevalo al terreno, tenelo ahí”, le habría dicho la mujer a su familiar, que cargó en un rodado al homicida y lo sacó del barrio. Lo habría llevado a la casa de otros familiares, donde se resguardaría. La mujer, que fue la última persona con la que el presunto homicida tuvo contacto tras su fuga, fue detenida por los efectivos del Departamento Homicidios y Delitos Complejos, a requerimiento de la Unidad Fiscal de la Circunscripción Banda y Robles.
Los efectivos continúan recibiendo declaraciones testimoniales a los ocasionales testigos del hecho, mientras se analizan los celulares secuestrados en la investigación penal preparatoria y los videos de las cámaras de seguridad de las inmediaciones. Por su parte, Estela (la madre de Herrera, quien tiene además otros dos hijos) se entrevistó con la Fiscalía, donde pidió “justicia por el crimen de su hijo”.